
Lo reconozco: Soy absoluto fan del humor políticamente incorrecto. Y es que, en los tiempos que corren, se agradecen propuestas arriesgadas y valientes, donde los chistes soeces y la mala baba se den la mano, para los que congeniamos con este tipo de comedia. Y eso es precisamente lo que nos propone el cómico y actor Eric Andre.
Me he decidido a ver su especial para Netflix porque le descubrí justo este año en la maravillosa comedia Bad Trip, siendo una de las mejores películas de 2020 y una de las mejores del género de cámara oculta, consiguiendo que fuese instantáneamente fan número uno del señor Andre. Si no la habéis visto, ya estáis tardando.
Una vez visto su particular monólogo, me declaro más fan todavía, ya que al cómico no le importa hablar de temas como las drogas (de ahí el título de su especial), el sexo o el racismo, en un show muy divertido, pero con algunos peros por el camino. Y es que el arranque no es tan maravilloso como cabría esperar, yendo el monólogo de menos a más, y dándolo todo en su ecuador, donde Andre saca toda la artillería pesada, con un desenlace desternillante y muy atrevido, además de no apto para todos los públicos.

Es una pena que el nivel no se mantenga durante todo el show, porque podríamos estar hablando de un especial a la altura del de Marlon Wayans, hasta ahora el mejor que he visto en la plataforma. No obstante, tiene los suficientes chistes como para que la experiencia merezca la pena, por no hablar del carisma y magnetismo que desprende el bueno de Eric, un auténtico showman que anima el cotarro a cada momento, notándose que es un profesional en lo suyo, aunque parezca drogado desde el minuto uno.
Tampoco se puede negar uno de los grandes males de los monólogos estadounidenses, y es que se tocan muchos asuntos de su cultura, siendo del desconocimiento de los que no viven en USA, algo en lo que los artistas no piensan especialmente. Por suerte, sólo son momentos puntuales, los cuales no empañan el resultado final y permiten disfrutar del mismo sin problemas, seas de donde seas, pero conviene recalcarlo.
En conclusión, si amas el humor políticamente incorrecto, esta es una buena opción para ti, pero si no es el caso, no se te ha perdido nada. Uno de los mejores monólogos de Netflix, plataforma a la que hay que agradecer que apueste por este tipo de productos, tan hilarantes como dulcemente soeces.
Deja una respuesta