El Resplandor – The Shining – Crítica – El clásico de Stanley Kubrick no es ninguna obra maestra

Con motivo del estreno de Doctor Sueño (que visionaré en unos días y os traeré su crítica correspondiente), que es la secuela de El Resplandor, ya sea la película o el libro de Stephen King, he visto conveniente y sensato revisionar aquel clásico de 1980, considerada por muchos una obra maestra del terror y una de las obras cumbres del señor Stanley Kubrick.

Pues bien, creo que en esta vida uno debe ser sincero y dar su opinión sin tapujos ni tabús impuestos por una sociedad repleta de haters que no aceptan opiniones ajenas. Le he dado algunas vueltas al título de la crítica, para ver cómo podía resumir mi opinión de la cinta, pero es que no sólo considero que no es ninguna obra maestra, es que directamente me parece una propuesta sobrevalorada y olvidable.

Ya me lo pareció en su momento y ahora lo he vuelto a confirmar. Sí, lo sé, voy siempre a contracorriente y suelo machacar sin piedad los clásicos más aplaudidos, pero tampoco voy a ser de esos gilipuertas que renuncia a su opinión y sus principios por congraciarse con el sentir general. No es mi estilo, ni antes, ni ahora, ni nunca.

No obstante, la cinta que nos ocupa tiene sus detractores, que la dejan poco más que de desastre e infumable. Es sin duda uno de esos proyectos que lo amas o lo odias, como la reciente Midsommar (a la que por cierto, yo odio).

Y es que esa es la gracia del cine, la diversidad de opiniones, porque sería aburrido y terrible que todos aplaudiésemos esta producción sin dar lugar al debate. Aún habiendo explicado esto, muchos cavernícolas gafapastas (sí, se puede ser las dos cosas a la vez) vendrán a escupir blasfemias contra mi opinión.

Vuelvo a aclararlo, por enésima vez: no soy un experto en cine, me encanta (es mi hobby número uno) y me fascina poder hablar de las películas y series que visiono en mi propia web. Eso es todo. Ni he ido a una escuela de cine ni me he empapado de libros que enseñan a manejar una cámara como Dios manda.

Perdonad este tocho inicial, pero a veces, cuando uno se mete en aguas pantanosas, conviene explicar las cosas, aunque la mayoría de veces sirva de bien poco. Pues bien, ahora sí, toca dar mi opinión de la película que nos ocupa.

Conviene destacar que Stephen King siempre ha renegado de ella (curioso, siendo la más querida como adaptación de sus obras), ya que se ve que tiene demasiadas licencias. No me voy a meter ahí, pero lo comento como dato curioso.

Jamás se me ocurriría criticar la dirección del señor Kubrick, que obviamente es un genio y tiene una carrera intachable. Bien es cierto que la cinta tiene instantes logrados e impactantes (como la anciana o las gemelas), pero creo que sus casi dos horas de duración son algo excesivas, y que el tedio y el aburrimiento se apoderan de la película sin que haya remedio posible.

Quizás sea culpa del irregular guion, también cortesía de Kubrick, pero es que hay cosas que no cuadran, como el tratamiento de personajes. No hay progresión en la locura de Jack, el protagonista, ya que ya venía loco de casa y en ningún momento vemos una evolución, ya que le cuesta bien poco coger un hacha para asesinar a su familia.

Y por dios, el personaje de Wendy no hay por donde cogerlo, ya que está totalmente desdibujado y no aporta carisma alguno al metraje. Lo de la actuación lo dejo para unos párrafos más abajo… Mención especial al personaje del cocinero, que no aporta absolutamente nada a la película, y que, si se hubiese eliminado el resultado sería exactamente el mismo.

Por lo tanto considero que hay un tratamiento muy torpe de los protagonistas y secundarios, con reacciones difíciles de digerir o asimilar, y que hace imposible que se pueda empatizar con el drama de sus personajes.

Otra cosa es el reparto. Jack Nicholson sale airoso con una actuación perfecta, en un personaje muy complejo. Podría haber caído en la parodia (ya que el personaje da para eso), pero Nicholson tiene un don, y por eso siempre será uno de los mejores actores del planeta.

Su actuación es tan histriónica como desternillante, y hace ganar muchos enteros al film, ya que sin él estaríamos hablando de un absoluto despropósito (no me imagino a otro actor saliendo tan bien parado como él con semejante personaje), y suyas son las mejores escenas y frases de la producción. La película es él, y creo que Kubrick era bien consciente de ello.

La otra cara de la moneda es Shelley Duvall como Wendy, ya que ofrece una actuación ridícula y que roza la parodia. Y no, no lo digo por el horrendo doblaje en España, ya que la he visto en versión original, pero sus movimientos (cada vez que corre) y sus expresiones son dignas de una película de la saga Scary Movie.

Creo que fue un error garrafal de casting y por poco se carga ella sola la película. No sé en qué estaría pensando Kubrick o los responsables del film, pero es una actuación mediocre y sin sentido.

La banda sonora cumple, aunque tampoco me parece magistral, pero me parece curioso que actualmente se critique las subidas de volumen en el cine de terror de hoy en día, cuando esta película juega constantemente a eso.

Creo que si esta cinta se hubiese estrenado hoy en día, tal cual es, hubiese generado el bochorno y la risa en los espectadores, mezclado con algo de tedio, y también creo que no sería tan aplaudida por la crítica especializada. Pero nos hemos acostumbrado a aplaudir cualquier producto por debajo de los 90, llamándolo clásico sin reparo alguno.

Y entiendo que en su momento la película fuese impactante, pero vista con los ojos de un espectador medio en los tiempos que corren causa confusión ante tanta alabanza, porque no ha resistido nada bien el paso del tiempo y no es la obra maestra que se dice.

Y ojo, de nuevo, es mi opinión. Me parece fabuloso que haya compañeros amantes del cine que la consideren la mejor obra jamás realizada. Nunca se me ocurriría ridiculizar su opinión, aunque sea contraria a la mía. Se llama tener dos dedos de frente.

Muy mal lo tiene que hacer la secuela para que me parezca peor, pero ya veremos qué nos encontramos. Sobre la que nos ocupa, decir que es un clásico sobrevalorado y que en otras circunstancias caería en el olvido quizás es quedarse corto. Me quedo con la actuación de Nicholson y un par de (icónicos) momentos. Y eso es lo mejor que puedo decir de ella.