En 2016, se estrenó una serie exclusiva de Netflix. Puedo confirmar, con algo de orgullo, que fuí de los primeros que se acercó a ella, independientemente de la fama que ha ganado posteriormente a su estreno. Y es que estamos ante un auténtico fenómeno social, siendo una de las series más top del momento, de esas que si no ves es porque no estás en la onda.
Con motivo del próximo estreno de la tercera temporada (que se ha hecho esperar), os traigo un análisis de las dos primeras temporadas, y así recordamos un poco la serie, que nunca está de más.
La serie transcurre en los años 80 (al igual que la estupenda «Super 8», que gozó de menos fama y suerte que esta) en un claro movimiento nostálgico para enganchar a los espectadores que crecieron con clásicos como «Gremlins» o «Los Goonies», es decir, la generación «Amblin».
La serie es una (sabia) mezcla de ciencia-ficción, terror (en algunas dosis), aventuras, comedia y drama, siendo una combinación que podría haber sido el caos absoluto, pero cuyos responsables (los Duffer Brothers) han sabido plasmar a la perfección. Ojo, no estamos ante ninguna obra maestra y no estaría en mi top 10 de mejores series, pero sí es una estimable y simpática serie que te hace pasar un buen rato, y con un reparto entregado a la causa. Pero su fama es superior a sus resultados, eso desde luego.
La primera temporada fue la sorpresa, ya que nadie sabía de qué iba realmente, y la historia principal tiene sus elementos originales (no todos), pero tampoco han inventado el mecanismo de la rueda, ya que combinan elementos ya vistos para ofrecer (o vender) el producto como algo nuevo. Tenemos a la pandilla de amigos («freaks») que tienen problemas en el colegio; el típico romance de instituto; la conspiración gubernamental; el monstruo (a estas alturas no es «spoiler», creo yo), o la chica con poderes.
Son cosas que ya hemos visto en multitud de películas y series, pero aquí, los hermanos Duffer, han sabido componer todas las piezas para ofrecer un producto (a priori) fresco y único. Nada que objetar, ya que la serie será muchas cosas y tendrá multitud de defectos, pero entretenida lo es un rato.
Esa primera temporada dejó con buen sabor de boca a casi todos los espectadores, y fue catalogada, poco tiempo después, como serie de culto. Quizás esa primera temporada tenía recursos más limitados y modestos (los efectos especiales no están a la altura de las circunstancias), pero sí se notaba un aire carente de pretensiones, con personajes fabulosos (que luego iremos con ellos), y un claro objetivo: ofrecer algo ameno e interesante. Misión cumplida.
Al año siguiente llegó la segunda temporada, con muchas más pretensiones y la difícil misión de repetir los éxitos de su predecesora. Debo admitir que salí ligeramente decepcionado, ya que considero que (a pesar de ser más humilde por un menor presupuesto) la primera temporada fue más redonda.
En esta segunda temporada se apostó por el más, pero no se consiguió el mejor, aunque hay elementos y episodios más que logrados, no así ese criticado episodio de relleno que no aportaba nada a la temporada, y alguna decisión más que cuestionable.
Por lo tanto, la primera temporada me parece bastante superior a la segunda, aunque esta también resulta un divertimento más que recomendable, quedando la serie, hasta el momento, como un producto por encima de la media y que se puede visionar sin temor a perder el tiempo.
También quiero destacar al alma de la serie, que no es otro que los personajes. Como son tantos, diré que son todos de mi agrado (bueno, quizás me den pereza Nancy y Jonathan, aunque suyos son algunos de los mejores momentos de la primera temporada) y destacaré a los mejores, que son Once (Eleven), Dustin, Steve o Hooper.
Empecemos con Once (Eleven en versión original). Interpretada con soltura por la ascendente Millie Bobby Brown (recientemente ha protagonizado la olvidable secuela de “Godzilla”), resulta un personaje interesante y plagado de matices, y eso que casi no articula palabra y solo dice monosílabos, pero (casi) hace suya la serie, y es uno de los grandes personajes, de lejos.
Luego tenemos al Sheriff Hooper, tipo rudo y socarrón, que no se toma casi nada en serio, pero que pronto sabemos porque, y que refleja, a la perfección, el prototipo de detective duro que busca la verdad hasta las últimas consecuencias. Un personaje sublime, interpretado a la perfección por un sobresaliente David Harbour, que también está muy solicitado gracias a la serie.
Por otro lado, tenemos al bueno de Steve, pero este es un caso distinto, ya que fue en la temporada dos cuando se destapó como un gran personaje, diferente a como se nos había presentado (en las primeras versiones era oscuro y con malas intenciones), y que supone un soplo de aire fresco, siendo el personaje con mejor evolución. El éxito del personaje también es logro del actor, interpretado por un entrañable Joe Keery.
Y por último, pero no menos importante, tenemos a uno de los personajes más queridos de la serie, que no es otro que Dustin, interpretado por Gaten Matarazzo. No solo es el más entrañable, simpático y divertido de la serie, sino que representa la bondad y el corazón de la misma, siendo el personaje (menor) mejor abordado. Desde el minuto uno le quieres, y eso también es gracias al buen hacer del joven actor, que hace el personaje suyo desde el primer instante.
Como ya he indicado, el resto de personajes también son redondos, pero estos cuatro marcan la diferencia y añaden enteros al conjunto final.
Y bueno, a destacar también la banda sonora, ya sea la de la intro, la orquestal o simplemente las canciones seleccionadas (el momento “Heroes” de la primera temporada es maravilloso). Funciona todo a la perfección.
En conclusión, estamos ante una serie con los suficientes elementos para ser recomendada y apreciada, con personajes fascinantes, y con una dirección bastante cuidada (parece que en la nueva temporada va a mejorar aún más ese factor, ya que tendrán más presupuesto). Solo espero que le den un buen final y no nos manchen el recuerdo, ya que es mejor no estirar el chicle y saber acabar a tiempo, porque ya se habla de cinco temporadas, lo cual me parece exagerado. Veremos. De momento, a disfrutar de esta gran serie.
Ocio World 
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