
‘La ley de Lidia Poët‘ es una serie italiana de Netflix, cogiendo como base la historia real de Lidia Poët, la primera abogada italiana, y combinándolo en una ficción en la que dicha protagonista debe resolver una serie de crímenes mientras lucha por ser una abogada de prestigio. Es oír hablar de resolver crímenes, y ya me tienes, siendo ese el motivo por el que me he unido a la fiesta. Bueno, las críticas tampoco la dejaban mal, y hablamos de seis episodios. Por qué no.
Una vez vista, puedo afirmar que estamos ante una producción interesante y que entretiene, pero que quiere ser tantas cosas que acaba diluyéndose en un mar de géneros. Hablamos de una propuesta claramente feminista, que a la vez que denuncia las injusticias de la época, como la inhabilitación en la abogacía de la protagonista, también introduce una serie de elementos algo casposillos.
También quiere presentar el ya tópico trío amoroso, en un romance que no molesta pero que tampoco apasiona, y que estoy seguro de que hará las delicias del público acostumbrado a este tipo de amoríos, pero es que yo no soy su target, y de ahí mi pereza ante este recurso tan manido. Y por último, pero no menos importante, ya que para mí era la clave, la serie presenta una serie de misterios muy predecibles y sin ningún tipo de garra, siendo casos convencionales en los que no se invita al espectador a ser cómplice de la investigación.

Y es ahí donde la serie me ha fallado, porque el resto te lo puedo comprar, pero si me he apuntado a la fiesta por el misterio, dame algo digno, y no casos rudimentarios de los de toda la vida, donde sabes quién es el asesino desde el minuto uno. Me parece muy buena la idea de coger a un personaje real, y ponerlo a resolver asesinatos con el feminismo como telón de fondo, pero la ejecución ha pecado de perezosa, porque esta serie ya la hemos visto todos.
Sin ir más lejos, tenemos la muy superior ‘Un asunto privado‘, y con la que ‘Lidia Poët‘ tiene demasiadas similitudes. Ojo, no soy mal pensando, ya que ambas series tienen pocos meses de diferencia en sus estrenos y es imposible que una haya copiado a la otra, pero puestos a elegir, me quedo con la serie española de Amazon.
Dicho lo negativo, es justo destacar que los personajes están bien dibujados y se les coge cariño desde el minuto uno, en especial gracias a un entregado reparto, sin olvidar su cuidado diseño de producción, con un vestuario que evoca la época en la que se supone que suceden los hechos. Vamos, que se han hecho los deberes en los apartados técnicos.
Y es que la serie cumple como entretenimiento, pero el problema es que no ofrece nada nuevo. Si esto se hubiese estrenado hace una década, la recomendaría sin dudarlo, porque no está mal, pero en una época en la que vivimos una angustiosa saturación de series, me debo a la verdad, porque hay producciones mucho más inspiradas que ‘La Ley de Lidia Poët‘. Se agradecen las buenas intenciones, porque producciones feministas como la que nos ocupa son necesarias, pero en esta ocasión no ha sido suficiente. Correcta, pero eso es todo.
Crítica en vídeo:
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