
Voy a ser claro: Marvel, ya no es lo que era (cinematográficamente hablando). Aunque prefiero ‘Infinity War‘ (la obra maestra del estudio), creo que ‘Endgame‘ fue un buen cierre de personajes y de la fase 3. Luego llegó la decepcionante y floja fase 4, confirmando que no fue buena idea proseguir con unos superhéroes que ya no interesan tanto (seamos sinceros, sin Iron Man y Capitán América, esto ya no es lo mismo). Pero aquí estamos, con la tercera parte de Ant-Man como inicio de la fase 5, vendida como película evento (mismo error que la fallida ‘Doctor Strange en el Multiverso de la Locura‘), y con la intención de recuperar el interés de un público que empieza a cansarse.
Pues bien, la crítica ha dictado sentencia, machando a la película sin piedad, hasta el punto de suspenderla y considerarla prácticamente la peor película del estudio (entendiéndose del UCM, porque hay cosas peores, eso está claro… Hola, Ghost Rider). Y claro, han saltado las alarmas, porque nadie en su sano juicio hubiese esperado una reacción tan mala por parte de unos críticos que ya no le ríen las gracias a Marvel como hace unos años. Pues bien, ya la he podido ver y, cabe hacerse la gran pregunta: ¿Es tan mala como dicen los críticos? ¿Es la peor película de Marvel? No y no.
Creo que es una tercera parte tan correcta como efectiva, pero que acaba resultando en un inicio de fase algo tibio, fracasando al no ser el espectáculo épico que nos habían prometido en sus trailers. Y es que Marvel debería echar el freno en lo que respecta a las expectativas, porque no puedes vender esta producción como algo colosal, por mucho que sea la carta de presentación del nuevo villano de la función, Kang El Conquistador, y presentar una película que, si bien cumple como entretenimiento palomitero, tampoco ofrece nada nuevo o digno de mención, siendo una más de la saga.

Que ojo, me declaro fan absoluto de la primera parte, que quizás no esté entre el Olimpo de mejores películas del UCM, pero que sigue siendo una cinta de orígenes la mar de disfrutable y prácticamente redonda. No se puede decir lo mismo de la decepcionante secuela, demasiado anclada en un humor que no siempre acertaba, y resultando un paso atrás en la saga del simpático Scott Lang. Esta tercera parte supera a la anterior, pero no a la primera entrega, por mucho que sea más ambiciosa. Y es que, a pesar de sus virtudes, estamos ante una propuesta que seguramente habremos olvidado mañana, devorada por una saturación de producciones que no tiene pinta de que vaya a parar.
Peyton Reed se vuelve a encargar de la dirección después de las dos primeras entregas, volviendo a ofrecer una buena dirección, aunque en este caso haya un abuso de efectos especiales, algo comprensible si tenemos en cuenta que la mayor parte de la acción transcurre en el mundo cuántico. Punto a favor: los efectos visuales no generan vergüenza ajena, al contrario que en las últimas producciones de Marvel (especialmente sus series), notándose que se han tomado en serio este inicio de fase. Bueno, hay algún apartado que se podría haber pulido un poco más, como el rostro de MODOK (algo que ya se había comentado con la aparición del segundo tráiler), pero el resultado final cumple, habiendo una serie de secuencias de acción que convencen. Por ahí bien.
En lo que respecta al guion, pues tampoco se han estrujado mucho el seso, siendo una excusa argumental para presentar al nuevo villano de Los Vengadores (aunque en realidad eso ya sucedió al final de cierta serie). Vamos, que la película no te va a volar la cabeza, notándose una ambición por ser algo más de lo que acaba siendo. Eso sí, parece que han tomado nota respecto al abuso del humor, habiendo una serie de chistes introducidos en pequeñas dosis, que es como debe ser, en vez de lanzarlos como una metralleta en la también fallida ‘Thor Love and Thunder’, una película que no te tomabas en serio cuando quería ser dramática por eso mismo.

Tampoco digo que te inviten a la carcajada, pero la mayoría de bromas sacan una sonrisa y no caen en saco roto, que no es poco, no arruinando el factor dramático de la cinta, que al final es lo que realmente importa. Espero que este sea el camino, porque últimamente se estaban pasando de graciosos en Marvel, y ya cansa. Y bueno, no sé si hay algún fan de MODOK en la sala, pero os confirmo que lo han convertido en un chiste, que es lo que muchos se temían. Curiosamente, a mí sí me ha convencido este villano, aunque entiendo el malestar que pueda provocar su representación en el cine.
Y vamos con el reparto, con un fabuloso Paul Rudd a la cabeza. El actor (que ha hecho un pacto con el Diablo) es Ant-Man, siendo imposible desasociar al actor del personaje, al igual que ocurre con otros compañeros de la casa. Ya no me imagino a otro actor en este papel, y eso se consigue con carisma, buen hacer y conectando con el público. Rudd funciona tanto en los momentos humorísticos (gracias a su vis cómica) como en los dramáticos, dejando claro que es el actor perfecto para este personaje. Espléndido.
Se nota que no han sabido muy bien qué hacer con Evangeline Lilly (correcta, todo sea dicho) y su Avispa, siendo curioso que aparezca en el título, porque la otra gran protagonista (aparte de Kang) es Michelle Pfeiffer, acaparando casi toda la atención y siendo prácticamente el núcleo de esta historia. Ningún problema, ya que le debían más minutos a su personaje y estamos ante una actriz mítica, pero no deja de ser curioso. Michael Douglas es otro que tal baila, ya que ya no tiene que demostrar nada a nadie, agradeciéndose su presencia una vez más. Y bueno, Bill Murray… Pues muy desaprovechado, cumpliendo en su rol de cameo de lujo.

Pero en quien me quiero centrar es en Jonathan Majors como Kang El Conquistador. El actor confirma que ha sido una gran elección de casting, ofreciendo un villano imponente, temible y que convence, aunque no esté al nivel de otros tan emblemáticos como Thanos o Loki. Parece que Majors ha venido para quedarse en Hollywood (es uno de los actores del momento, ya que en breves también estrenará ‘Creed 3‘), y después de ver su interpretación en esta tercera parte, no me extraña en absoluto. Espero que siga este camino, porque tiene en sus manos una gran oportunidad.
Y bueno, creo que eso es todo, en una Space Opera (ojo a los coqueteos con ‘Star Wars‘, porque llega a parecer por momentos otra entrega de la popular franquicia) que, si bien no sucede en el espacio, tiene los suficientes elementos para ser una aventura de ciencia ficción cuyo único fin es entretener al espectador, y en mi caso lo consiguen. Desconozco si querían ir más allá, pero en ese caso han vuelto a fallar, en un inicio de fase 5 algo desangelado, y que confirma que esto ya no volverá a ser lo mismo.
Pero eh, tampoco es el desastre que han vendido los críticos profesionales, los cuales no tienen problema alguno en aplaudir producciones muy inferiores, dejando claro que quizás sea mejor no hacerles mucho caso. Mientras tanto, a disfrutar de la segunda mejor película de la saga (la sencillez y efectividad de la primera no se ha superado), y de un inicio que no desencanta, pero que tampoco emociona. Diría aquello de otra vez será, pero mucho me temo que ese día no llegará. Pero eh, la esperanza es lo último que se pierde…
Crítica en vídeo:
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