Llaman a la puerta (Knock at the Cabin) – Crítica – M. Night Shyamalan vuelve a fallar con un thriller tan insustancial como olvidable

M. Night Shyamalan es uno de los cineastas más polémicos y populares de los últimos años. Me ahorraré las presentaciones porque es de sobra conocido por todos, por lo que me limitaré a decir que es capaz de lo mejor (‘El Protegido’, ‘Señales‘), como de lo peor (‘El incidente‘ o ‘Glass‘, entre otras). Después del suplicio que supuso su anterior obra, ‘Tiempo (Old)‘, todavía no me explico cómo es posible que haya acabado en un cine para ver su nueva cinta, ‘Llaman a la puerta (Knock at the Cabin)’. Pero aquí estamos, con un thriller que ha recibido críticas tibias, no decidiéndose en si es una nueva mediocridad del director, o una película recomendable. Yo lo tengo claro, decantándome por lo primero, al ser otro fracaso del cineasta que confirma que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Es increíble que el mismo responsable de trabajos técnicos tan sobresalientes como ‘El sexto sentido’, ‘El protegido‘ o ‘Señales‘, haya decaído tanto en este apartado (lo del guion lo abordaremos un párrafo más abajo). Aquí ofrece una realización comedida, intimista y justa, entendiéndose porque la historia sucede prácticamente en el mismo espacio (si obviamos los flashbacks), pero no me cabe duda de que realizadores como James Wan (‘Expediente Warren’) hubiesen sacado oro puro de una trama tan insustancial, pero a Shymalan se le nota cómodo ofreciendo trabajos cada vez más convencionales. Ni en eso es el que era.

M. Night Shyamalan sonriente el primer día de rodaje de ‘Llaman a la puerta’. Él es feliz. El público no tanto.’

Y bueno, el guion… Adaptación de una novela (que me juego lo que queráis a que es infinitamente mejor), tres, repito, tres son los individuos que han metido mano al libreto, uno de ellos el propio Shyamalan, que debería empezar a plantearse delegar esta función a profesionales con más conocimiento, pero que no sean los otros dos guionistas, que esto puede acabar muy mal. El caso es que asistimos a un thriller del montón, tan olvidable como insípido, y que si no llevase el sello Shyamalan, podría haber terminado en la sobremesa de la tarde o en estreno directo en plataforma, que nadie habría notado la diferencia.

Es más, como episodio de cuarenta minutos (se puede contar esta premisa en esa duración) de ‘Twilight Zone‘ (la original, no la bobada con Jordan Peele…), quizás habría tenido un pase, pero como película de cien minutos sin nada nuevo que ofrecer y sin atisbo de sorpresas, lo siento, pero no. Al final lo que queda es la nada absoluta, generando una indiferencia que nos confirma que esta historia no merecía acabar en las salas de cine como si fuese un gran estreno o la última gran película del señor Shyamalan. No, esos tiempos pasaron a mejor vida, y cuanto antes lo asumamos, mejor que mejor.

En el reparto tenemos a unos entregados Jonathan Groff y Ben Aldridge, componiendo una pareja por la que padecemos y con la que nos encariñamos, ofreciendo unas actuaciones muy por encima de sus personajes (uno tiene matices, pero el otro está muy desdibujado), y regalando un talento que la película no merece. También destacaría a Rupert Grint (Ron de Harry Potter), pero el pobre ha sido usado como mero reclamo publicitario, en un personaje prometedor pero terriblemente desaprovechado. Una pena, porque Grint ofrece un registro distinto, confirmando que nos estamos perdiendo un gran intérprete a la espera de buenas oportunidades. Ésta no es una de ellas.

‘Uno quiere ser embajador del festival de Cannes y ganar todos los premios de cine del planeta, creyéndose el nuevo Daniel Day-Lewis. El otro sólo está esperando una oportunidad mejor (spoiler: no es ésta) después de protagonizar una saga mundialmente conocida. Adivina quién es quién…’

Y vamos con el señor Dave Bautista, ese que reniega constantemente de su personaje en ‘Guardianes de la Galaxia‘, y que critica a compañeros de profesión como Dwayne Johnson y John Cena (cualquiera de ellos tiene más talento en una pestaña que Bautista en todo su ser), porque ellos son actores comerciales y sin registros, y él ya es el nuevo icono del cine independiente (maldito Denis Villeneuve tomándole el pelo…) y un actor del método que nadie había pedido (Jared Leto ya ha cubierto el cupo). En fin, que he escuchado por ahí que ésta es su mejor interpretación (tampoco era complicado…). Pues creo que Dwayne Johnson y John Cena hubiesen defendido mejor el personaje, confirmando que el mejor papel de Bautista hasta el momento es (y seguramente siempre será) Drax, por mucho que escupa en el personaje que le hizo famoso (como actor) a la mínima que puede. Pero eh, ha trabajado en la última tontería de Shyamalan, con una actuación como mucho correcta (y para nada exigente). Que alguien le dé un Oscar de una maldita vez, y que se calle ya.

En conclusión, que ‘Llaman a la puerta‘ es otro despropósito de Shyamalan, quizás no al nivel de ‘Tiempo‘ (todavía me hago preguntas…), pero sí lo suficientemente absurda y prescindible como para que le diga adiós a un cineasta que empezó demasiado bien, pero que se esfuerza de forma constante en truncar una carrera que todavía hubiese tenido salvación si lo hubiese dejado con la interesante ‘La Visita‘, pero que cada vez va más cuesta abajo y sin frenos. Él verá, pero yo no vuelvo a picar, no plantándome en un cine de nuevo ni aunque me inviten. ‘Llaman a la puerta‘… Ojalá no lo hubiesen hecho.

Crítica en vídeo:

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