
Por pura casualidad he dado con ‘Noche en la escuela‘ en el extenso catálogo de Netflix, siendo una comedia polaca que versa sobre una reunión de padres en una escuela infantil, y la aparición sorpresa del padrastro del niño más conflictivo. Sobre el papel, puede parecer poca cosa, pero el film se las ingenia para ofrecer una mordaz y satírica radiografía sobre la paternidad, siendo una de las grandes comedias del año, y seguramente la más inteligente de todas.
La propuesta se presenta con el ya clásico ‘todo en un espacio’, es decir, que (casi) toda la película sucede en la escuela del título, siendo uno de los atractivos que me han traído hasta ella, ya que este (sub)género no suele fallar. Por supuesto, nada sería lo mismo sin unos personajes tan fascinantes como hilarantes, y unos diálogos que no dejan títere con cabeza, mostrando al espectador las vergüenzas de unos padres que seguramente sean todavía más inmaduros que sus hijos.

Y es que estamos ante una de esas comedias ácidas que no sólo buscan divertir y entretener al espectador, sino también lanzar un mensaje (aquí no hay buenos o malos, sólo padres idiotas), invitando a la reflexión mientras experimentamos las desventuras de unos tipejos ridículos que creen que están preparados para ser adultos. Hacía tiempo que no veía una comedia tan ingeniosa e inteligente, por lo que me quito el sombrero. Y mención especial para el estupendo reparto, totalmente entregado y saboreando los caramelos que les han dado.
En conclusión, estamos ante una película divertida y cargada de mala leche, pero también reflexiva y emotiva, cubriendo todos los aspectos que debe ofrecer una buena comedia. Ojo, no digo tampoco que sea una obra maestra (no creo que lo pretenda), pero ha supuesto una grata sorpresa, confirmándose como el último gran regalo del año. Una cinta navideña en la que los padres no salen muy bien parados… Y es que la paternidad no es para todos/as. Lo dicho, la comedia inteligente del año, aunque eso espante a más de uno. Una delicia.
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