
‘Blockbuster’ lo tenía todo para triunfar. Serie de Netflix, versa sobre el último videoclub Blockbuster que queda abierto, y de cómo su dueño y sus empleados luchan para que no lo cierren. Lo sé, sobre el papel suena genial, y más si eres cinéfilo, ya que obviamente se juega con el factor nostalgia en lo que parecía una carta de amor a los videoclubs, esos reinos del ocio que, por desgracia, han desaparecido (malditos tiempos…). Si a eso le añadimos un reparto de lujo (Randall Park y Melissa Fumero, casi nada) y la promesa de hacernos pasar un rato divertido, el trato estaba más que hecho. Pues bien, ya he visto los diez episodios de su primera temporada (que me temo que será única), y sólo me viene una palabra a la cabeza: decepción. Y es que estamos ante una oportunidad perdida y una comedia que fracasa por completo.
Para empezar, no hace gracia, pecado capital si te vendes como una sitcom desenfadada. Es triste, pero no me reído en ni un solo momento de la serie. Quizás alguna sonrisa tímida ha hecho acto de presencia, pero la serie no es divertida, y tampoco parece que se esfuerce en ello, como si sus guionistas no tuviesen claro qué están vendiendo. Eso es lo más grave, pero no ayuda que no haya apenas referencias al mundo del cine, siendo algo sangrante si tenemos a un videoclub como telón de fondo, y si se hacen menciones al mismo siempre son de producciones actuales y que todo el mundo conoce, con unos dardos y gags que caen en saco roto. Lo siento, pero no es lo que esperábamos…
No negaré que los personajes son en cierta medida entrañables (repito, en cierta medida, tampoco nos pasemos…) y que hay momentos emotivos que funcionan, pero la serie está más centrada en la clásica (aunque más bien tópica) historia de desamor entre sus protagonistas, con unos enredos que quizás funcionasen en la década de los 90, pero que ya aburren a estas alturas del cuento. Es perder tiempo y de paso la paciencia del espectador, porque todos sabemos quién acabará con quién, y si dedicas demasiado tiempo a la trama romántica y descuidas el resto (cine, humor), normal que tu producto se estrelle, porque al final es uno más, no ofreciendo nada nuevo. Y esa es la clave: esto es más de lo mismo, aunque se haya vendido como algo fresco, y lo del videoclub es una excusa para enganchar a los nostálgicos. Vale, hemos picado, pero la broma no tiene gracia…

En cuanto al reparto, Randall Park (‘The Interview’, ‘Quizás para siempre’) se entrega como protagonista, pero tampoco ofrece un personaje memorable, si acaso simpático y cercano, qué ya es. Lo mismo se puede decir de una Melissa Fumero demasiado cómoda repitiendo su personaje de la estupenda ‘Brooklyn Nine Nine‘, aunque no negaré que me encanta su vis cómica, por lo que tampoco me quejaré demasiado. El resto del reparto bien, defendiendo sus personajes, aunque no veréis a ninguno en la temporada de premios.
En conclusión, ‘Blockbuster‘ es una de las grandes decepciones del año, una serie que juega con la nostalgia y las ilusiones del espectador, no dando lo que promete y pecando de conformista. Vamos, otra serie del montón que todos habremos olvidado mañana. Con el potencial que tenía… En fin, mejor que echen el cierre, porque dudo que Netflix les dé una segunda temporada. Desde luego no la merecen, y más cuando la plataforma ha cancelado propuestas infinitamente superiores. Creo que es hora de cerrar el último Blockbuster. Jamás pensé que diría algo así. Malditos…
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