
‘The Munsters’ es una nueva adaptación de la popular serie y también el nuevo atentado cinematográfico del señor Rob Zombie, un músico que pensó que era buena idea jugar a ser director de cine, pero todos sabemos que el experimento no salió muy bien. Estrenada directamente en el mercado doméstico (lo que ya nos da una pista de su calidad cinematográfica…), en España tenía que llegar directamente a Netflix, pero en el último momento se echaron atrás, como si la quisieran ocultar, y una vez vista, no me extraña en absoluto. La verdad es que el tráiler ya presagiaba que esto iba a ser un atentado al buen gusto y un desastre de proporciones bíblicas, y mira tú por donde, lo es.
En efecto, el señor Zombie no ha decepcionado, con una comedia indescriptible y que escupe directamente a la serie que adapta y pretende homenajear. Y bueno, ya que hablamos de escupitajos, el espectador también recibe, porque tela la película, tela… Aunque bueno, la culpa es vuestra… bueno, no de todos vosotros, pero sí de los que lleváis años diciendo que Rob Zombie es un director de culto (será al satánico, porque al del buen gusto ya os digo yo que no…) que hace buenas películas, cuando no es verdad.
Pues aquí tenemos las consecuencias, un film diseñado para hacer perder la fe en la humanidad y para que te preguntes si tiene sentido la vida tal y como la conocemos. A mí jamás me ha gustado el cine de Zombie, porque es estéticamente pobre y narrativamente estúpido, y la única cosa que diferencia a ‘The Munsters‘ del resto de sus films, es que aquí ha renunciado a la violencia, apostando por un humor perfecto para niños de cinco años. Perdón, no quiero ofender a los más pequeños de la casa… Más bien un humor para nadie, tan ridículo como inclasificable.

Cuando juegas a un videojuego de los 80 o 90, y aparece una cinemática cutre, te da cierta nostalgia y queda bien, o cuando vas a un parque de atracciones en pleno Halloween, y ves los escenarios de cartón piedra decorados acorde a dicha festividad, pues también te sale una sonrisa tonta, porque son las reglas del juego, pero cuando lo ves en una película, sabes que te están tomando el pelo, siendo un recurso estético que queda bien dependiendo del medio, pero que aquí deja una sensación de que la película ha costado 10 dólares, y no han ido a parar a los decorados ni el maquillaje, precisamente…
Y sí, la película parece la versión porno de la famosa serie, siendo lo único que la distancia del género X el hecho de que aquí no haya fornicio, pero aparte de eso, es la parodia de la parodia, porque las cámaras que han utilizado son las mismas. No sé si la intención de Zombie era esa, pero estoy seguro de que más de un picarón estará preparado para pasar una gran noche, y se encontrará con una comedia estúpida y sin folleteo. Lo siento por ti, pervertido insaciable, pero que parezca porno no significa que sea porno.
Y bueno, qué explicación le podemos encontrar al guion… Zombie firma el libreto como el autor, pero es falso. En realidad lo que sucedió es lo siguiente: Zombie se acercó a un chimpancé en el zoo y le lanzó unos folios y unos lápices, y le dijo: ‘no te estreses, lo que surja‘, y lo que surgió es ‘The Munsters’, porque otra explicación no le encuentro…

Y ojo, que no todo es lamentable, ya que se nota un esfuerzo loable del reparto por defender unos personajes directamente imbéciles, con menos neuronas que el chimpancé guionista, y que no son plato de buen gusto. La esposa de Zombie interpreta a una de las protagonistas, y la verdad es que jamás he visto más justificado un divorcio que en este caso. Sheri, huye, que no es la primera vez que te la lía (recordar la terrible ‘31‘…). Lo dicho, el reparto bien, porque aparecer en esta película e interpretar a estos idiotas debería considerarse un acto heroico. Un aplauso para ellos.
Y ya está, esto es lo que tengo qué decir, siendo ‘The Munsters’ ese desastre que todos sabíamos que iba a ser, además de una de las peores películas de los últimos años y un insulto a la inteligencia. Ni los fans más acérrimos tendrían el descaro de defender un aborto cinematográfico como el que nos ocupa.
Y ojo, que esto lo estrenan en los 80, y estoy seguro de que muchos dirían hoy que es un clásico de culto, porque aquella fue la década mágica, y cualquier mojón es aplaudido hoy con el paso de los años. El problema es que Zombie se ha equivocado de década, llegando más de treinta años tarde, cuando ya no engañas a nadie y es imposible camuflar el hedor de tu excremento. Y eso es la película, así que nada, gracias, Rob, pero quizás sería buena idea sacar otro disco y dejar lo del cine, porque ya estás haciendo daño. Mucho daño…
Crítica en vídeo:
Lo siento no he pasado de los 20 minutos¿Pero que ha fumado el amigo Zombie cuando hizo esto?.Si Netflix ha pagado por este bodrio se habrá cagado varias veces en sus muelas.
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