‘Invasión en la oficina (Office Invasion)’ es una producción sudafricana de Netflix que no se ha promocionado de ninguna forma, no haciendo nada de ruido y sin que nadie se haya dado cuenta de su estreno en la plataforma. ¿Para qué invertir en una producción si luego te va a dar igual todo? Luego se preguntan porqué los números no cuadran, pero esa es otra historia. El caso es que yo sí me he enterado, apuntándome a la fiesta porque hablamos de una comedia de alienígenas, y no le puedo decir que no a esa combinación de géneros. Pues bien, una vez vista, debo confesar que estamos ante una propuesta simpática, a ratos ingeniosa y que cumple como entretenimiento, pero que falla al querer ser demasiadas cosas.
Técnicamente la película luce muy bien (mucho mejor que otras producciones al otro lado del charco…), hasta el punto de que los efectos visuales no tienen nada que envidiar a los de las series de Marvel, y no, no es broma. No obstante, el CGI es muy escaso, notándose el bajo presupuesto de la producción, aunque se agradece que se hayan esmerado en este apartado.
Y vamos a la parte que importa, el guion. La película tiene bromas ingeniosas, diálogos desternillantes y personajes simpáticos, pero tiene un problema: no sabe qué quiere ser. Hablamos de una película de dos horas de duración (excesivo a todas luces, aunque no se haga pesada), y en dicho metraje los alienígenas hacen acto de presencia en la media hora final, por lo que podríamos hablar de hora y media de arranque en la que se introducen a los personajes y la trama.
La verdad es que queda un tanto extraño, como si fuesen dos películas en una, la primera una crítica mordaz al trabajo en las oficinas, y la segunda una comedia con aliens. Si tengo que ser sincero, me quedo con la primera parte, porque el clímax final se resuelve muy rápido, como si sus responsables ya no supieran cómo manejar la función, siendo más interesante la sátira de los primeros compases, aunque no negaré que se le dan demasiados minutos a algunos secundarios que luego desaparecen sin más. ¿Relleno? No seré yo el que lo diga…
Y bueno, ya que los alienígenas no aparecen hasta los últimos minutos, ¿por qué no hacer un ‘Abierto hasta el amanecer’? Me refiero a reservar este as bajo la manga, y no revelarlo hasta el final, ya que habría sido toda una sorpresa, pero los responsables no han tenido miramientos con un innecesario prólogo que ya te revienta el misterio, o una promoción en la que te destripan el final (y cuando digo final, es final) en el propio tráiler y póster. Curiosa forma de promocionar una cinta, y bastante engañosa, todo sea dicho.
Da la sensación de que no han confiado demasiado en la parte que implica los conflictos en la oficina, pero si esto es así, ¿por qué le dedican hora y media, y a lo que se supone que sí les interesa, la media hora final, cuando ya está todo el pescado vendido? Lo único que se me ocurre son temas de costes, pero al final queda un híbrido bastante extraño, y al que le sobran personajes (todos ellos muy bien actuados, eso sí) y minutos.
Y es una lástima, porque la película no está nada mal y entretiene, quedando claro que podría haber sido mucho mejor de lo que ha acabado siendo si se hubiesen movido las piezas adecuadamente (sorpresa final, menos metraje, ideas más claras), pero no ha podido ser. A pesar de todo, también podría haber sido otro desastre de la plataforma, siendo finalmente una comedia curiosa, perfecta para pasar un rato ameno, y que tampoco tiene grandes ambiciones, aunque se insinúe una secuela. Ni tan mal.
Crítica en vídeo:
Ocio World 
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