
‘Jurassic World: Dominion‘ es el supuesto cierre de la trilogía ‘Jurassic World’ y de la saga ‘Jurassic Park‘. Concretamente, sería la sexta película de una saga que muchos consideran (me incluyo) que no da más de sí, así que queda esperar si de verdad esto ha terminado aquí… A quién queremos engañar, en diez años volverán a intentarlo, porque esto es Hollywood y la ambición jamás tendrá fin. Dicho esto, todo comenzó en el año 1993, con una película que fue un antes y un después, y que creo que todos coincidimos en que es un clásico de culto indiscutible. Y sí, me refiero a ‘Jurassic Park (Parque Jurásico)’.
Unos años después, el bueno de Steven Spielberg nos trajo ‘El mundo perdido (The Lost World)‘, una secuela bastante inferior pero injustamente vapuleada, ya que no dejaba de ser un blockbuster veraniego que cumplía a la perfección su cometido de entretener. Lo confieso, es una de las películas de mi infancia, y siempre la defenderé a capa y espada, porque han pasado más de dos décadas, y sigo pensando que es una buena cinta de aventuras.
En 2001 nos aterrorizaron (literalmente) con ‘Jurassic Park 3‘, un subproducto de serie B que no convenció a casi nadie. En su estreno salí del cine disgustado, y veinte años después lo sigo estando. Nada más que añadir, porque no lo merece. Por supuesto, Universal Pictures no iba a dejar morir una saga tan lucrativa, y menos con un supuesto desenlace tan espantoso, por lo que en 2015 apostó por repetir la misma fórmula que el clásico original (cumpliendo las funciones de secuela y remake al mismo tiempo), con una aventura que amasó millones (es la más taquillera de la saga), pero que a mí me dejó bastante igual.

Sí, es una cinta entretenida y que funciona en muchos momentos, pero ‘Jurassic Park’ sólo hay una, por mucho que lo intentes. Pero siempre se puede ir a peor, y ‘Jurassic World 2: El reino caído‘ es la prueba de ello, haciendo buena a ‘Jurassic Park 3‘. Podría explicar por qué me parece tan espantosa, pero su desastroso guion habla por sí solo.
Y aquí estamos, con una tercera (o sexta) entrega que me interesaba tanto como una colonoscopia, y que llega cuando ya está todo el pescado vendido y no hay mucho interés en saber el desenlace (y más después del horrible final de ‘El reino caído‘). Universal era consciente de lo complicado que era salvar los muebles, y por eso han rescatado a los tres protagonistas de la primera entrega, en un movimiento bastante inteligente y que busca jugar con nuestra nostalgia. A pesar de que me declaro fan del citado clásico y de que amo a esos personajes, seguía sin picar, manteniendo mi escepticismo.
Pues bien, la película se ha estrenado, y tanto crítica como público han respondido de forma unánime: desastre. Curioso, porque yo he salido de la sala del cine contento, al haber asistido a un blockbuster veraniego cuya única intención es entretener, y que se disfruta si se valora como película independiente de la saga. Pero mejor ir por partes, que entramos en terreno con minas…

Colin Trevorrow repite tras las cámaras después de la primera ‘Jurassic World’, y la verdad es que ofrece un espectáculo visualmente competente (los efectos digitales no chirrían, y la utilización de animatronics es tan acertada como entrañable) y que no da respiro al espectador (las dos horas y media se pasan como un suspiro). Y es que las escenas de acción se suceden una tras otra, confirmándose que los responsables de la cinta están más preocupados por impresionarnos y hacernos pasar un buen rato, y se agradece, porque cuando se detienen a explicarnos algo, nos recuerdan los errores cometidos (clones incluidos…). Aquí hemos venido a ver a humanos siendo atacados (y devorados…) por dinosaurios, siendo una monster movie que deja un buen sabor de boca si se aceptan las reglas del juego.
Yo no esperaba nada, pero si me das un entretenimiento perfecto para desconectar con mi cubo de palomitas y mi refresco, compro, porque esa es la gracia de los blockbusters estrenados en fechas calurosas. Que sí, que siempre se puede exigir más a una producción de estas características, pero sinceramente, quien esperase algo más complejo y profundo, es que no se ha enterado de que este barco iba a la deriva y la única solución era apostar por el más y mejor, y dejarse de vaivenes argumentales que no iban a ningún lado. Ojo, tampoco lancemos las campanas al vuelo, porque sigue habiendo soluciones y decisiones argumentales estúpidas, por no hablar de una subtrama con langostas que no va a ninguna parte, y que parece sacada de otra película ajena al mundo de los dinosaurios. Pero bueno, este tipo de bobadas tampoco lastran el conjunto, y más si te tomas la cinta como una hilarante y frenética aventura, que es lo que es.
Luego tenemos a los personajes de la nueva saga (es decir, Chris Pratt, Bryce Dallas Howard y… la niña clon) y los viejos conocidos, y si me lo permitís, me detendré en estos últimos, ya que son los que realmente me interesan. San Neill y Laura Dern regresan con sus respectivos y míticos personajes, manteniendo la esencia y notándose que están agradecidos de que hayan vuelto a contar con ellos. Lo mismo se puede decir de mi querido Jeff Goldblum, un actor que adoro y cuyo personaje de Ian Malcolm es mi favorito de la saga. Aquí repite su rol de la primera parte, alejándose de lo visto en ‘The Lost World‘ (seamos sinceros, no era el mismo Ian Malcolm), y siendo de nuevo el alivio cómico. Se nota que también se lo pasa pipa, con un personaje socarrón y bocazas, que le viene como anillo al dedo.

Algunas voces afirman que están muy desaprovechados, además de metidos con calzador. En lo primero discrepo, ya que tienen sus minutos de gloria (aunque quizás Goldblum podría haber aparecido más), pero en lo segundo estoy de acuerdo, aunque, ¿a quién le importa? Verles juntos de nuevo es un gusto, por mucho que la película no esté a la altura de ellos, que no lo está. Respecto al resto del reparto, todos cumplen, aunque algunos lo tengan complicado con unos personajes imposibles (ese villano…).
En conclusión, ‘Jurassic World: Dominion‘ se aleja de la ambición de ‘Jurassic World‘ y de la complejidad (aunque más bien sería estupidez) de ‘Jurassic World 2‘, apostando por ofrecer una montaña rusa con dinosaurios, y que sólo disfrutarán los que hayan venido a la fiesta a pasárselo bien sin exigencias de ningún tipo. Quizás la esté viendo con buenos ojos porque mis expectativas estaban en nivel inframundo, y está claro que no es una gran película, pero cuando un blockbuster te ofrece una aventura en la que no hay espacio para el aburrimiento, no queda otra que dar las gracias (se aprecian los millones invertidos), por muy estúpido que sea el guion, que lo sigue siendo.
Y es que, una cosa no quita la otra, siendo un cierre indigno y que no está a la altura de lo que esperaban muchos. Eso es indudable, confirmándose que Universal debería dejar descansar eternamente la saga iniciada por el señor Spielberg, pero como he indicado anteriormente, dudo que eso suceda, porque poderoso caballero es Don Dinero. Y es que, treinta años después, se sigue hablando de ‘Jurassic Park’, pero la semana que viene, ya nadie hablará de ‘Jurassic World: Dominion’. Es hora de dejarlo.
Crítica en vídeo:
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