La burbuja – The Bubble – Netflix – Crítica – Un reparto de lujo y una interesante premisa desaprovechados en una interminable comedia que se cree más graciosa de lo que realmente es

‘La burbuja (The Bubble)’ es la nueva comedia de Judd Apatow, cineasta encumbrado al Olimpo de los Dioses con la divertida ‘Virgen a los 40’ y la olvidada ‘Lio Embarazoso’. Después de esos dos éxitos, muchos se aventuraron a proclamarle como el nuevo rey de la comedia, pero los siguientes proyectos fueron un bofetón de realidad, ya sea con la ambiciosa ‘Hazme Reír (Funny People)’, la intrascendente ‘Si fuera fácil‘, o la irrelevante (y también olvidada) ‘Y de repente tú’. ‘El rey del barrio’ no la incluyo porque me gustó y creo que es una gran comedia, pero que tampoco se puede negar que pasó sin pena ni gloria y nadie la recuerda con especial cariño. Hago el repaso a la filmografía de Apatow para dejar claro que su carrera no ha podido ser más irregular y caótica, yendo en descenso y confirmando que no es el gran artista que nos vendieron hace casi dos décadas. Dicho esto, tampoco me genera rechazo, y creo que tiene películas interesantes, por lo que no le he dicho que no a esta nueva aventura.

En esta ocasión, su última película no ha pasado por cines, estrenándose directamente en Netflix como una de sus nuevas producciones, y una vez vista, se entiende, porque esto llega a acabar en las salas, y creo que el público no responde de sus actos. Obviamente, los críticos la han machacado sin piedad (viven para ello), y la verdad es que esta vez les entiendo, porque estamos, sin lugar a dudas, ante una comedia fallida, que coquetea con la tomadura de pelo, y que desaprovecha a su maravilloso reparto e interesante premisa en una broma alargada hasta el exceso. Pero mejor vayamos por partes.

‘Los actores después de ver La burbuja. El del centro es Pedro Pascal. Las otras dos son la hija y la esposa del director…’

Apatow ha querido pasarse de gracioso, presentando su propia ‘Tropic Thunder’ (comedia desternillante donde las haya), hasta el punto de calcar no pocos momentos. El problema es que para ser divertido tienes que tener las ideas muy claras, y me parece que nadie del entorno de Apatow le ha dicho la verdad, que no es otra cosa que ‘La burbuja’ no tiene gracia, más allá de algunos momentos aislados y un par de diálogos inspirados, claro que si no das ni una sola vez en la diana en dos horas de duración, es que tienes un problema grave. Sí, he sonreído (no confundir con reír) en un par de instantes, pero eso no justifica la agonía que he sentido con este interminable film, el cual debería haber durado hora y media, y ni un puñetero minuto más. He empezado a ver la película con toda la vida por delante, pero cuando han aparecido los créditos finales, estaba en el umbral de la muerte. Es lo que tiene que te roben tiempo de vida, que es lo que hacen de forma descarada, porque esta historia te la pueden contar en muchos menos minutos. Y es que al final me he sentido como los personajes de la película: prisionero.

Si se conoce al director, se conoce su talón de Aquiles: la duración de sus películas. Casi todas sus producciones superan las dos horas de duración, y eso en el género de la comedia sólo tiene un nombre: torpeza. Una vez ha quedado claro que no sabe gestionar ni controlar sus propios proyectos, puedo afirmar que técnicamente la película es muy pobre, ya sea por sus efectos visuales (aunque me da que se han hecho así intencionadamente, lo que siempre supone un ahorro de costes) o por todo lo demás. Coge cualquier película con una temática similar (rodaje de un film o enclaustramiento), y te darás cuenta de que luce mil veces mejor, y hablamos de cintas de hace bastantes años. Y es que es demasiado evidente la estética Netflix, con producciones pobres a las que se le nota un aire televisivo impropio de producciones tan ruidosas y promocionadas. El asunto ya empieza a oler, y el hecho de que usen a repartos tan llamativos para atraer la atención, ya empieza a mosquear.

‘¿Qué demonios hacen aquí Pedro Pascal, David Duchovny y Karen Gillan? Ni ellos mismos lo saben, pero tendrán unas palabritas con sus agentes…’

Aquí tenemos a rostros conocidos como Karen Gillan, Pedro Pascal, David Duchovny o Keegan-Michael Key, todos entregados a la causa y dando caché a una propuesta que no lo merece. Entiendo que el nombre de Judd Apatow suponga todavía un aliciente de calidad en Hollywood, pero después de esta película, los intérpretes se lo pensarán dos veces antes de decir que sí, exceptuando a Leslie Mann (una habitual en todas las películas de Judd) e Iris Apatow (que no lo hace nada mal), actrices del film, y esposa e hija del director respectivamente. A las pobres no les va a quedar otra que decir que sí a la próxima, pero el resto son libres de decir que no. Ellos verán.

Y es que existe una fina línea entre ser hilarante y gamberro, y hacer el ridículo, y la película traspasa esto último en no pocos momentos (bailes incluidos… ¿es que no han aprendido nada de ‘Spider-Man 3?’). El problema es que los actores se ven envueltos en momentos que estoy seguro de que les atormentarán durante años cuando sean conscientes de lo que han hecho. No tengo ninguna duda de que las intenciones de Judd Apatow eran las mejores, pretendiendo hacer una mala-buena película, es decir, una propuesta que no se tomase en serio a sí misma, y de tan mala que es, la tuvieses que aceptar con los brazos abiertos (también conocido como placer culpable). Es un experimento que a veces sale bien, pero otras no, y aquí no nos queda otra que decantarnos por el no rotundo.

‘La prueba de que bailan… Cuánto daño ha hecho Spider-Man 3… y Tik Tok’

Es una lástima, porque la premisa y el punto de partida es sensacional, con un caótico rodaje en medio de la pandemia, y unos actores y actrices que deben trabajar en plena cuarentena, de ahí el título de la burbuja. El problema (uno más…) es que la película llega tarde, cuando ya está todo el pescado vendido (la pandemia ha dejado de ser el tema principal) y no hay nada fresco o llamativo que nos atrape. Si quiero ver una buena película de rodajes, me pongo la mencionada ‘Tropic Thunder‘ o la fascinante ‘Bowfinger’, films que ‘La burbuja’ pretende emular y alcanzar (también añadiría la indescriptible ‘Juerga hasta el fin’), quedándose por el camino como una producción que no sabe muy bien qué quiere ser (a veces parece una serie), creyéndose mucho más graciosa y mejor de lo que realmente es. Un quiero y no puedo de los de toda la vida, y por las reacciones que estoy viendo, parece que pocos han picado el anzuelo.

¿La peor película de Apatow? Pues me temo que sí, y mira que el director y guionista tiene propuestas olvidables en su haber, pero ‘La burbuja’ es otra mala película de Netflix, un experimento fallido con ínfulas de comedia transgresora, a la que ni tan siquiera la salva su incorrección política o su humor cafre. El hecho de que desaproveche a semejante reparto es el último clavo en su ataúd. Tampoco digo que sea un desastre mayúsculo, porque tiene apuntes simpáticos (aunque tampoco nos pasemos), pero la sensación final es de que cuando Apatow escribía el guion, se pensaba que tenía algo grande entre manos, pero algo se torció por el camino. Pero claro, si te siguen diciendo que eres el rey de la comedia, pasa esto. Maldita la hora, porque al final somos los espectadores los que pagamos el pato, con sus comedias interminables. Apatow, si me estás leyendo… ¡Hora y media! Todos te lo agradeceremos…

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