Mucho se ha dicho de ‘El timador de Tinder’, la mayoría positivo, y ese ha sido el motivo por el cual me he embarcado en esta curiosa propuesta, la cual nos cuenta cómo un estafador sin escrúpulos engañó a sus víctimas con métodos tan peculiares como ruines. Una vez visto, puedo confirmar que estamos ante otro fascinante y efectivo documental de Netflix, que da lo que promete, y que no deja indiferente.
Visualmente está a la altura de las circunstancias, con una gran factura técnica, ya sea a la hora de abordar las entrevistas, o relatando los hechos. No es de extrañar, ya que son los mismos del estupendo documental ‘A los gatos, ni tocarlos’. Hablamos de una película documental (se agradece que no hayan caído en el error de hacer una serie) de dos horas que se pasan como un suspiro, siendo un visionado tan entretenido como fascinante, a pesar de que uno de sus protagonistas sea tan repugnante. Y sí, me refiero a ti, Simon Leviev, pero mejor no dar demasiados detalles de la trama, ya que es mejor descubrirla por uno mismo.
Se agradece que los responsables del documental le hayan dedicado su tiempo a las víctimas, dejando que se desahoguen contando su historia, ya que en este tipo de producciones suele acaparar más minutos el verdugo. Por cierto, curioso que quien más titulares ha recibido haya sido el estafador en cuestión, y no las víctimas. ¿Veis a qué me refiero? El ser humano… qué os voy a contar a estas alturas del cuento.
Simplemente concluiré que es un film que, a pesar de no estar entre lo mejor del género documental, cumple su cometido de entretener y hacer reflexionar al mismo tiempo, lo que no es poco en los tiempos que corren. Cuando finaliza, te queda un sabor agridulce, pero no es por la experiencia, siendo un gran trabajo de sus responsables, sino por la cruda realidad, que no es otra que el hecho de que, los malos, siempre ganan. Y hasta aquí puedo leer…
Crítica en vídeo:
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