‘Celebrity Bake Off España’ es una propuesta culinaria de Amazon, la cual tiene demasiadas similitudes con MasterChef, por no decir que son casi calcadas. ¿Qué las diferencia? Pues que aquí sólo se hacen postres, el presupuesto es mucho más reducido (y vaya si se nota), y con unos episodios de apenas cincuenta minutos, lo que es una delicia y lo mejor del concurso. Fuera de eso, cero innovación, en una propuesta que cumple como entretenimiento (en especial gracias a la duración de sus capítulos), pero que poco más tiene que ofrecer.
De presentadores tenemos a una felizmente recuperada Paula Vázquez y a Brays Efe, los cuales cumplen su rol de presentadores a la perfección, aunque cabe preguntarse la necesidad de que sean dos, cuando uno solo podría desempeñar tal labor sin problema alguno. No obstante, como ninguno de ellos molesta, poco reproche se le puede sacar a este apartado. Ellos son la cara visible del programa, y obviamente sus fichajes han sido con objetivos puramente promocionales. Y ni tan mal.
En cuanto a los jueces, en primer lugar tenemos a Clara Villalón, ex-aspirante de MasterChef (anónimos, concretamente la primera temporada), y que demuestra sus tablas culinarias, defendiendo muy bien su puesto y notándose que ha aprendido mucho en estos diez años. No quiero ser el villano de la función, pero no me parece una mala candidata para sustituir a Samantha de España en el MasterChef original… Por otro lado, el programa también cuenta con el reputado chef Frédéric Bau, el cual ya había hecho acto de presencia como invitado en anteriores ediciones de MasterChef (como veis, todo queda en casa…), y que aporta su conocimiento y experiencia en las cocinas.
Y acabamos con los concursantes, con algunos rostros interesantes, como es el caso de Pablo Rivero, Chenoa, la estupenda actriz Adriana Torrebejano, el arbitro Iturralde González (la gran sorpresa del show), la cómica Yolanda Ramos (que no se pierde una) o, aunque me cueste admitirlo, Esty Quesada, también conocida como ‘Soy una pringada’. Esta última es un personaje que jamás me ha generado simpatía o gracia, pero que aquí busca su hueco como alivio cómico, aunque a veces peque de buscar demasiado protagonismo (su improbable ‘amistad’ con Esperanza Aguirre no va a ninguna parte). El resto de participantes no me han dicho demasiado, algunos confirmando lo sosos que son (me reservaré el derecho a no decir nombres…).
Obviamente han buscado un casting muy variopinto, enfocado a todo tipo de público, y con la intención de cubrir todos los target posibles. Misión cumplida, supongo. En cuanto al concurso en sí, pues también cumple su objetivo, no siendo demasiado llamativo y dando lo que se promete, ni más ni menos, aunque tampoco creo que pase nada si te lo pierdes. Tienes que saber a lo que has venido, por lo que, si te gustan los concursos culinarios (y más con famosos), seguramente lo disfrutes. En caso contrario, no se te ha perdido nada. Y es que al final estamos ante la versión ‘low cost’ de MasterChef (ni rastro de pruebas de exteriores, aunque quizás se confirme que tampoco hacen falta), destacando por su breve duración y sin llegar a hacerse pesada (por no decir eterna). Como complemento (o sustitutivo) de aquél, cumple, pero poco más, aunque tampoco es el desastre que podría haber sido. Conforme.
Crítica en vídeo:
Ocio World 
Deja una respuesta