
Antes de comenzar, confirmo lo evidente: ‘García y García’ no es una buena película. No obstante, tampoco es el desastre que esperaba, aunque debo confesar que me he vuelto inmune a los bodrios desde que vi recientemente la terrible ‘Cuidado con lo que deseas’, la peor comedia española en años, con permiso de ‘Ni de coña’. Lo comento porque quizás ese sea el motivo por el cual no voy a ser demasiado malo con el film que nos ocupa. Una vez ha quedado claro, me vuelvo a centrar en ‘García y García’, una comedia que no molesta, pero que no aporta nada al género, no pasando absolutamente nada si te la pierdes, porque eso es lo que genera la cinta, indiferencia.
La dirección es decididamente pobre, notándose que todo el presupuesto ha ido a parar a manos del reparto, y los mediocres efectos visuales son la pista definitiva. Nada destaca en esta comedia insustancial, con un formato televisivo que recuerda al de series de décadas pasadas, y que es indigno de una película estrenada en cines. No creo que tampoco nadie espere filigranas o planos secuencia, pero unos mínimos sí, y la cinta no los cumple. Se podría perdonar la pereza técnica, si no fuese por el insulso guion.

Aquí se nos presenta la típica premisa de enredos, en la que se confunde a dos personajes con el mismo nombre, Javier García. Creo que todo se hubiese solucionado preguntando el segundo apellido, cosa que no se hace en todo el film, pero las dos guionistas (una de ellas también la directora, así que no puede señalar a nadie a la hora de buscar culpables) consideran que es buena idea estirar la ‘broma’, con una serie de situaciones que suenan a ya visto, y con un tipo de humor que parecía que habíamos dejado en el pasado, pero parece ser que no, que ahí sigue. Seguramente esta película hubiese funcionado mejor en los 80 o los 90, pero es normal que haya sido un sonoro fracaso, porque el público ya no está para estas bobadas. No ayudan los chistes casposos (sorprende que las dos escritoras sean mujeres) o racistas, en un conjunto que huele a rancio.
No obstante, se notan los esfuerzos de sus responsables por dotar al conjunto de buenas intenciones, buscando desesperadamente transmitir buen rollo al espectador, como con el abusivo uso de una de las canciones de la película (versión de otra más que conocida), o una serie de personajes que pretenden ser entrañables. Las intenciones están ahí, pero caen en saco roto, siendo una propuesta que quizás haga gracia a algún seguidor del humor de la transición (si es que todavía queda alguien), pero que no convencerá a las audiencias de hoy en día. Pero como ya he comentado, tampoco es un desastre, siendo un pasatiempo de usar y tirar que no genera ningún tipo de sentimiento, ni tan siquiera rabia. ¿Hay algo peor que una comedia sin gracia? Sí, ‘Cuidado con lo que deseas’. Lo sé, necesito ayuda…

En cuanto al reparto, por la película se pasean infinidad de rostros conocidos, la mayoría desaprovechados, y algunos haciendo el mismo papel de siempre (evitaré dar nombres porque les tengo cariño), pero se agradece el intento de José Mota y Pepe Viyuela por ofrecer unos personajes protagonistas divertidos y con los que se pueda empatizar. Si se consigue o no, queda al gusto de cada uno. Mota abandona su registro cómico en pro de uno más serio, aunque sin renunciar a la ironía. Es una lástima, porque me encanta el Mota desmelenado, y aquí no hay nada de eso. Respecto a Viyuela, su personaje está demasiado desdibujado, pero el bueno de Pepe intenta dar lo mejor de sí mismo. Es una pena que el film no esté a la altura del talento de ninguno de los dos.
En conclusión, esto podría haber sido peor (no me voy a repetir…), aunque entiendo la indiferencia o estupefacción (depende de a quién le preguntes) de los espectadores, ya que estamos ante una comedia que no hace reír ni ofrece nada nuevo, siendo hija de su tiempo y una propuesta fallida. Hacedme caso, no se os ha perdido nada por aquí, a no ser que sepáis a lo que habéis venido. En ese caso, bienvenidos. Ya sabéis lo que dicen, hay gente para todo…
Crítica en vídeo:
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