
‘Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City‘ es un nuevo intento por adaptar la mítica saga de videojuegos en el cine. Y digo lo de nuevo porque supongo que recordaréis (aunque lo mejor es olvidarlas) las infames entregas protagonizadas por Milla Jovovich, y dirigidas por su marido, Paul W. S. Anderson, un director con unos inicios interesantes, pero cuya filmografía ha acabado siendo un estercolero, y la saga de zombis no es una excepción. Después de ese bofetón (cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia), Sony Pictures apostó por un reinicio, tan de moda en los tiempos que corren, y con la promesa de máxima fidelidad al material original.
Las primeras imágenes y tráilers fueron algo controvertidas, con algunos viendo una parodia porno, y con otros apreciando esa prometida fidelidad, ya sea en el vestuario o algunos de los escenarios. Pues bien, la cinta se ha estrenado con una crítica que la ha machacado sin piedad (como era de esperar), y unas aspiraciones taquilleras bastante bajas (huele a fracaso). Sinceramente, no esperaba ninguna obra maestra, habiéndome conformado con pasar un rato entretenido. No me culpéis, la situación actual del cine (baja calidad) me obliga a bajar mis expectativas. El problema es que esta nueva adaptación no nos da ni eso, confirmando que es otro desastre sin sentido, aburrido a más no poder y del que no se puede rescatar casi nada. Pero mejor vayamos por partes.

Se notan las buenas intenciones del director y guionista, con unos escenarios y vestuario calcado al de los dos primeros videojuegos, pero no son elementos suficientes para levantar este desaguisado. Sólo hace falta ver la filmografía de este buen hombre (la mayoría subproductos de directo al videoclub) para entender el pobre resultado final, porque la película es mediocre hasta decir basta, con unos efectos especiales pobres, un maquillaje poco inspirado (los zombis no inspiran terror alguno), y unas escenas de acción descafeinadas. Es indudable que el estudio no ha confiado en esta producción, apreciándose lo poco generosos que han sido con el presupuesto, de apenas 40 millones de dólares, aunque luzcan como 10 (siendo generosos).
De verdad, se agradece el respeto por el videojuego (nada que reprochar al diseño de producción, con una ambientación lograda), y quizás el responsable del proyecto sea fan de la saga (como él mismo ha argumentado), pero no tiene ninguna lógica lo que ha hecho con la historia y sus personajes, ya que ninguno de ellos es el de la obra original (y no, no me refiero al polémico asunto de la diversidad). No tengo nada en contra de las licencias, pero siempre y cuando aporten algo, y aquí no es el caso, con personajes de relleno, comportamientos inverosímiles (convierten en un bufón a uno de los héroes), y subtramas que no van a ningún lado.

Y lo más grave del asunto: la película es muy aburrida. Es cierto que cuando llegan a la mansión la cosa se anima un poco (tampoco mucho, no nos volvamos locos), pero tardan una hora, repito, una hora en llegar, y la cinta dura cien minutos. Sacad cuentas. Es decir, una hora de metraje para introducir a unos personajes sin carisma y que nos importan un pimiento, y cuando llega la acción, la propuesta es incapaz de ofrecer algo que la distancie de otras, siendo una más, aunque queriendo aparentar algo que no es. Y es que estamos ante una película ‘low cost‘ que quiere jugar en la liga de los mayores (de ahí la promoción, que habrá costado el doble que el presupuesto), cuando su destino tendría que haber sido el mercado doméstico (o las plataformas, como prefiráis). Sony nos la ha querido colar, y algunos habremos picado, pero mi consejo, aquí y ahora, es que no perdáis el tiempo.
Me da bastante pereza repasar el reparto. Quizás sea debido a que me han contagiado esa parsimonia que transmiten durante todo el film. Es cierto que a algunos se les nota el esfuerzo, como a Tom Hooper (con un Wesker que cae bien y nada tiene que ver con el original), pero otros actúan con el piloto automático, como es el caso de Kaya Scodelario (una Claire descafeinada), actriz capaz de mucho más, y que debería distanciarse lo antes posible de este tipo de (sub)productos, porque no le van a venir nada bien de cara a su carrera, y menos si interpreta los papeles con esa desgana. La verdad es que estamos ante un buen cast, pero el guion es tan malo que nadie se luce, quizás debido al exceso de personajes (es bastante sangrante que Jill sea una mera secundaria).

Y espera, que hay escena post-créditos (adoro a Marvel, pero ha hecho mucho daño…), confirmando que los productores están buscando desesperadamente una nueva franquicia. Si ese era el caso, ¿por qué hacen un bodrio semejante? ¿Tanto les costaba realizar un producto en condiciones, que fuese mínimamente decente? En fin, ni esta escena se salva, siendo otro bofetón a los videojuegos y una ridiculez (por no hablar de su estética de… sí, de versión X).
En conclusión, otra adaptación penosa del mundo de los videojuegos, que ni tan siquiera sirve como mero entretenimiento, y que comete un pecado capital en este tipo de producciones: aburrir. No dudo de las ganas del director y guionista, pero le ha traicionado su propia ambición, con una bazofia que coquetea con la serie Z, y que hace buena a la versión de 2002. Jamás pensé que diría algo así. Una mala adaptación, una mala película y una de las peores cintas del año. Lo tiene todo, pero en malo. Y si sois fans de la saga, mi consejo es que cojáis el videojuego, agarréis el mando y pulséis el play. Aquí no se os ha perdido nada.
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