
Seamos sinceros, nadie había pedido una precuela de ‘El ejército de los ladrones (Army of the Dead)‘. Bueno, quizás los fans de aquélla que, aunque cueste creerlo, existen. El caso es que pocos meses después del fiasco de Zack Snyder (confirmando que lo de la magistral ‘El amanecer de los muertos’, fue un espejismo), nos llega esta cinta, sin hacer el mismo ruido (ya sabéis, no viene firmada por el bueno de Zack, y los fans duermen tranquilos… de momento) y con menos pretensiones. En esta ocasión el protagonista es Dieter, secundario en ‘Army of the Dead’ y que nos quisieron hacer creer que era más divertido e interesante de lo que realmente acabó siendo. Entonces, ¿cuál es el sentido de la existencia de esta producción? Pues diría que ninguno, aunque una vez vista, se confirma como una cinta muy superior a la de Snyder. Eso sí, seamos francos… no era muy complicado.
Matthias Schweighöfer (el actor que interpreta a Dieter) se encarga en esta ocasión de la dirección, y la verdad es que sorprende su labor, entre otras cosas porque esta película ha costado un tercio de la de Snyder (y estoy siendo generoso), y luce mucho mejor, prescindiendo de efectos especiales chuscos y con unas escenas de acción cumplidoras, siendo un trabajo decente, aunque no memorable. Es una pena que un film de estas características (cinta de robos con tintes cómicos) dure unas exageradas e innecesarias dos horas de duración, cuando media hora menos le habría venido de perlas. Quizás si el protagonista no se enrollase tanto…
En cuanto al guion, no ofrece nada nuevo, navegando por demasiados lugares comunes (es predecible hasta decir basta) y sin que la experiencia deje huella, por mucho que se intente (quiere ir de ‘guay’, pero se queda a medio gas). Vamos, que esta película ya la hemos visto antes, con una subtrama zombie y constantes referencias al film de Snyder, las cuales no aportan absolutamente nada a la cinta, más allá de recordarnos que es la precuela de aquélla. Creo que el guionista debería haberse limitado a crear su propio universo, más que depender de otro que nada tiene que ver con la historia que nos quieren contar aquí, escena final incluida.

Es esa renuncia de la propuesta a seguir su propio camino lo que la sentencia como un producto correcto pero que no pasa de pasatiempo, aunque al menos no resulte tan decepcionante e irregular como… sí, el film de Snyder, pero es que es la verdad. Respecto a los personajes, Dieter (entregada y divertida actuación de Schweighöfer, con especial atención a sus gritos) resulta algo cargante en según qué momentos, pero funciona como gran protagonista (y, por supuesto, está mucho mejor el personaje que en la cinta original), y los secundarios hacen lo que pueden, algunos demasiado evidentes, y otros simplemente desaprovechados. Por último, destacar la banda sonora, bastante inspirada y curiosa.
En conclusión, estamos ante una precuela que funciona como película individual, siendo superior al film original, aunque tampoco sea ninguna maravilla. Entretiene y no aburre (no como otra que yo me sé… sí, la de Snyder), que no es poco, por lo que misión cumplida, aunque jamás entenderé la existencia de esta precuela conociendo el destino del personaje. Pero en fin, al menos no es el desastre que podría haber sido y que… sí, acabó siendo la de Snyder. Prefiero mil veces una secuela (aunque sea imposible) de los ladrones que de los muertos. Lamentablemente, nos tendremos que conformar con lo segundo. En otra vida…
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