
Cry Macho es el nuevo drama de Clint Eastwood, una vez más protagonizado por él mismo (como en la reciente Mula) y que se ha estrenado con críticas bastante pobres y unos resultados de taquilla todavía peores. A estas alturas del cuento, reprocharle algo al maestro sería una desfachatez, por lo que ya se le perdona todo, y aunque no sea fan de sus obras como director, lo entiendo. No es ningún secreto que sus últimas películas están por debajo de sus mejores trabajos, siendo films poco inspirados y que se olvidan al poco tiempo, con la excepción de la estupenda Richard Jewell, un drama al que no se le hizo el caso que merecía.
Por otro lado, no hay que olvidar que Eastwood tiene 91 años, siendo digno de admiración que siga colocándose tanto detrás como delante de las cámaras a esa edad (quién pudiera). Dicho esto, confirmo que Cry Macho es un drama convencional y olvidable que está entre lo peor del cineasta, y que supone una pérdida de tiempo que no aporta nada al espectador. Creo que incluso las críticas han sido demasiado piadosas, pero claro, es Eastwood. No os preocupéis, como ya he indicado, no soy fan del director, por lo que intentaré ser lo más objetivo posible, dejando claro que, en lo que a mí respecta, este film no es apto ni para los fans más acérrimos de la leyenda.

No voy a entrar en los aspectos técnicos, entre otras cosas porque no merece la pena, aunque admitir que estamos ante un telefilm no esté alejado de la realidad. La película es la adaptación de una novela, la cual no juzgaré porque no la he leído, pero que la trama es simplista a rabiar no es ningún secreto, siendo curioso que se haya apostado por este material, cuando considero que hay ideas con mucho más potencial. Lo que es seguro es que los dos guionistas no deberían darse palmaditas en la espalda por este trabajo, porque te deja igual que estabas una vez acaba. No hay nada nuevo que ofrecer, en un conjunto en el que prácticamente no sucede nada, por mucho que cueste creerlo. Eastwood ha querido hacer un ‘Gran Torino 2.0’, pero esta vez ha naufragado de forma irremediable.
La historia es la de siempre, presentando todos los tópicos habidos y por haber sobre mexicanos (incluido uno de los personajes más insufribles del año, y eso que apenas sale unos minutos…), unos diálogos ridículos, una motivación dramática que brilla por su ausencia (por mucho que se pretenda otra cosa), una ambientación desaprovechada (sucede en la década de los 70, pero podría haber transcurrido perfectamente en la actualidad), y sin olvidar una subtrama romántica con un personaje femenino al que el personaje de Eastwood casi le dobla la edad, no vaya a ser que se rompa ese cliché. Nadie quiere eso…

Entiendo que Eastwood se haya sentido atraído por esta road movie con aires de Western, pero creo que había opciones mucho mejores para ponerse tras las cámaras una vez más, siendo una propuesta que ya hemos visto todos y que no ofrece absolutamente nada interesante. No creo que sea por desidia del propio director, sino más bien porque la película está muerta antes de empezar, con el piloto automático (el motor de la cinta está averiado) y con un guion insípido y que jamás atrapa al espectador. Clint es una leyenda, eso no lo pone nadie en duda, pero tampoco seria justo aplaudirle todas sus obras, y mucho menos algo como Cry Macho, porque llega a venir firmada por otro, y nadie tendría la piedad que se está demostrando ante una película que ofende de lo sencilla que es.
Respecto al elenco actoral, Eastwood es Eastwood, es decir, un actor mítico que con una mirada te lo dice todo, además de estar en plena forma. A pesar de ello, no se puede negar que el bueno de Clint tiene una obsesión por interpretar a personajes que se alejan de su rango de edad, provocando que sea inverosímil el punto de partida del film (le encargan traer de vuelta al hijo de un amigo), y mira que el argumento es más plano que un folio. A pesar de que seguramente debería darle las riendas del rol protagonista a actores más creíbles (por aquello de la edad), es innegable el hecho de que salimos ganando con su presencia, ya que vuelve a ser lo mejor de su propia película, como en la también olvidable Mula (aunque superior a la cinta que nos ocupa). Algún día le echaremos de menos, por lo que merece la pena sacrificar una credibilidad que, seamos sinceros, tampoco iba a mejorar el resultado final.

El resto del reparto hace lo que puede con los personajes que les han dado, como en el caso del joven protagonista, que navega entre la entrega y la falta de convicción, seguramente debido a que su personaje no está bien perfilado. Mención especial a la actriz Fernanda Urrejola, la cual defiende su terrible personaje con profesionalidad, aunque la hayan castigado de una forma tan vil. Sólo por el mal trago, merecería un Oscar a mejor actriz secundaria. Por cierto, en una entrevista, la misma actriz ha confesado que éste es el papel de su vida. Pues oye, eso que se lleva.
En conclusión, es muy loable que Clint Eastwood siga dirigiendo y protagonizando películas a su edad, y muchos os dirán que cualquiera de sus últimas películas es infinitamente superior a cualquier otro estreno (quizás tengan razón, pero no con ésta), pero también es cierto que Cry Macho es un film prescindible, flojo y olvidable, y desmerecedor de cualquier otro trabajo del cineasta, sea el que sea. Aunque no niego que sea doloroso (especialmente para los fans del director), seguramente acabe siendo una de las peores películas del año por méritos propios. Y es que no hay nada peor que dejar indiferente. Sólo queda esperar que Cry Macho no sea el último film del mítico Eastwood. Sería bastante triste. Una ronda más, Clint.
Crítica en vídeo:
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