
Dug y Carl (Dug Days) es la nueva serie de Disney (aunque más bien sería de Pixar) orquestada para engrosar su catálogo de estrenos de una plataforma que cada vez está teniendo más novedades (ha tardado…). La propuesta nos presenta a Dug y Carl, protagonistas de la genial Up (en este caso, Russell es bastante más secundario, lo que es una lástima), los cuales tienen una serie de aventuras (más el primero, ya que es el auténtico protagonista) en cinco episodios de apenas seis minutos cada uno, siendo en realidad una serie de cortos diseñados para el disfrute de toda la familia o de los fans de la película original, que todavía los hay (quizás el famoso y lacrimógeno inicio del film de 2009 haya tenido algo que ver).
Obviamente, poco se le puede reprochar a un producto de estas características (tramas sencillas y con mensaje), más allá de ser una continuación de la historia y los personajes que llega bastante tarde (doce años, casi nada…), siendo un recurso al que se están malacostumbrando tanto en Disney como en Pixar. ¿Por qué esperar tanto para contarnos más cosas de estos fantásticos personajes? Es lo mismo que ha sucedido con la estupenda Monstruos a la obra, secuela del clásico Monstruos S.A. en formato serie, y que ha pasado sin pena ni gloria, que es lo mismo que le va a suceder a esta simpática producción. Cierto es que hace años no existía la plataforma de la casa del ratón, pero eso no es excusa para traernos esta serie de forma tan tardía, cuando la mayoría del público ha perdido el interés.
Hecha la reflexión, debo confesar que, a pesar de que la serie no está a la altura de la película (dudo que nadie esperase lo contrario, ni tan siquiera sus responsables), se nota que detrás del proyecto está la buena mano de Bob Peterson, director de la cinta original, y que desde entonces no ha dirigido nada, aparte de cortos para Pixar, siendo un talento desaprovechado al que ahora se recompensa con esta secuela, por decirlo de alguna forma. No es ningún secreto que el estudio del flexo ha ido a peor, por lo que no creo que sea mala idea rescatar a Peterson del olvido, y más cuando ha vuelto a demostrar que tiene mucho que ofrecer, como es el caso (seguramente en otras manos el resultado no habría sido el mismo).

Respecto a la animación, se nota el esmero de sus responsables por presentar un producto acorde a lo visto en el film original, sin grandes alardes ni artificios, y ofreciendo cinco episodios que no chirrían en este apartado. Respecto a la historia, son pequeñas aventuras en las que al bonachón Dug se le presentan una serie de conflictos que debe resolver, no siempre con la ayuda de su amigo Carl, y todo ello aderezado de amabilidad y buenas intenciones. Quien espere otra cosa, se ha equivocado de serie.
Dug y Carl no es ninguna maravilla, ni creo que lo pretenda, siendo exactamente lo que se espera de ella, un entretenimiento familiar y agradable que se consume con una sonrisa en la boca y cuyos personajes inspiran simpatía, en especial el perro protagonista (que merecería un film para él solo). Me alegro de reencontrarme con los personajes y saber más de ellos, pero me quedo con la sensación agridulce de que quizás merecían algo más que cinco cortos. Si te gusta Up, no lo dudes. Y si no es el caso, dale una oportunidad, porque pocas veces se ven productos tan humildes y livianos en estos días. Una pequeña delicia.
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