The Suicide Squad – El escuadrón suicida – Crítica (Sin Spoilers) – Un festival tan hilarante como violento pero sin ser la maravilla que se está diciendo de ella

Antes de comenzar la reseña, quiero dejar bien claro que lo del titular es mi opinión. Si te ha gustado, enhorabuena, me alegro por ti y te invito a un batido, pero déjame con mis opiniones y seamos felices compartiendo el mismo aire. Dicho esto, comienzo. En 2016 se estrenó Escuadrón Suicida (Suicide Squad), adaptación de un cómic de DC que reunía a algunos villanos de dicho universo (la mayoría de Batman) y cuyos excelentes tráilers generaron unas expectativas que el producto final no pudo cumplir. Y es que la película no convenció ni a la crítica (la cual la machacó sin piedad) ni a los fans del cómic.

No obstante, sí gustó al resto, porque de otra forma no se puede justificar su gran éxito de taquilla. Yo me incluyo entre estos últimos, siendo consciente de que no era ninguna maravilla y de sus fallos, que no eran pocos (hola, Leto), cumpliendo como entretenimiento y presentándonos a una Harley Quinn fascinante gracias a la memorable actuación de una Margot Robbie que hizo suyo el papel desde el minuto uno, sin olvidar a unos carismáticos Will Smith o Jai Courtney.

A pesar de todo ello, y de explotar al popular personaje en una cinta que es mejor olvidar por mucho que los críticos «profesionales» la alabasen sin pudor alguno (y sí, me refiero a la fallida Birds of Prey), Warner apostó por cambiarlo absolutamente todo, temerosa de que se repitiesen los errores de otras producciones de la casa (ejem ejem, Snyder…), presentando The Suicide Squad (ojo, que han añadido el «The»…) como un reboot. No hay que ser físico cuántico para ser consciente de que estamos en realidad ante una secuela directa, ya que el estudio no es tan estúpido (repito, «tan») como para dejar marchar a Robbie y su fabulosa Quinn, por lo que aquí la tenemos, aunque conviene adelantar que no es la protagonista de la función, por mucho que se promocione de otra forma.

El caso es que estamos ante una segunda parte vendida como un reinicio, y que tiene el aliciente de tener al travieso James Gunn (Guardianes de la Galaxia 1 & 2) como director y guionista, con todo lo que ello conlleva. El por qué ha terminado en DC, después de ser despedido por Disney, rectificando cuando ya era tarde (no para hacer Guardianes 3, sino para que la competencia no se aprovechase de su talento), es otra historia de sobra conocida, por lo que no me entretendré en este asunto.

Lo que es seguro es que el bueno de Gunn fue fichado para traer savia nueva a una producción que lo pedía a gritos, siendo The Suicide Squad la respuesta a los que pedían un film más gamberro y desternillante. Las críticas han aplaudido la cinta hasta límites insospechados, hasta el punto de ser el film de superhéroes (aunque más bien sería de villanos) con mejor puntuación en Rotten Tomatoes (web que ha ido perdiendo la poca credibilidad que le quedaba con los años), superando a la otra película que hasta ahora ostentaba ese título. Sí, me refiero a Birds of Prey (qué os decía de la credibilidad…).

En fin, que la crítica se ha vuelto loca, diciendo que es prácticamente una obra maestra, pareciendo que el público va a coincidir en dicha percepción (ha habido aplausos en el cine y las opiniones hasta el momento son inmejorables). A pesar de ello, todo indica que va a acabar siendo un fracaso, entre otras cosas por su desorbitado presupuesto (luego iremos con ello) y por su estreno simultaneo con HBO MAX (unos genios…), por no hablar del aumento de casos de COVID. Y después de esta interminable introducción, debo confesar que vuelvo a ser la nota discordante, ya que no he salido tan satisfecho de la sala como el resto, pareciéndome un entretenido y divertido film, pero que también tiene fallos y no se distancia tanto de la anterior entrega como pretende. Como siempre, vayamos por partes.

Gunn es un director fascinante, así de claro. Lo digo porque aquí nos regala una serie de escenas que lo ratifican, ya sea el fabuloso arranque, el extraordinario ataque al campamento o las escenas de acción que pueblan el film, de una inventiva que demuestra que estamos ante un artesano. Vamos, que Guardianes de la Galaxia (la primera, la secuela no estaba mal, pero no era lo mismo) no fue un espejismo y estamos ante un tío que sabe lo que se hace. No obstante, el clímax le ha quedado algo excesivo, por no decir caótico, con una duración que se le escapa de las manos. Un film de estas características debería durar mucho menos, por mucho que nos lo estemos pasando realmente bien, ya que no todos los momentos funcionan (sobran partes).

Sí, es mejor director que David Ayer (individuo que ahora va mendigando un Ayer Cut… tócate los…), pero creo que ambas producciones no se distancian tanto la una de la otra como se pretende de forma desesperada, ya que siguen el mismo esquema argumental, por mucho que técnicamente sea superior la película que nos ocupa. Por último, en lo que respecta a la dirección, los efectos especiales lucen estupendamente, y sin duda estamos ante un blockbuster veraniego, pero 180 millones de dólares me parece exagerado para lo que acabamos viendo en pantalla. ¿Habrá algún día un director que controle el dinero de sus producciones? Seguiremos informando…

Gunn también se encarga del guion, y vaya si se nota, con un humor cafre y negro que hará las delicias de los asiduos al mismo, pero que estoy seguro que espantará a más de uno (no ha sido mi caso). Si aceptas las reglas del juego, te lo vas a pasar en grande, aunque no se puede negar que hay un desprecio a modo de mofa a la primera entrega, siendo los personajes de la misma las dianas, con unas decisiones argumentales que no gustarán a los fans de la primera (que los hay, y más de los que se cree Warner), y hasta aquí puedo leer. No voy a engañar a nadie, ya que me lo olía por unos tráilers que enseñaron más de la cuenta, con un giros supuestamente sorpresa que se ven venir a kilómetros, y el único inesperado no acaba de cuajar.

Es una lástima que Gunn rompa ese tono festivo mostrado hasta el momento, con unas decisiones argumentales que no le vienen nada bien al film y con unos últimos compases que pierden el factor cómico (centrándose demasiado en sorprender al espectador con giros que no había pedido nadie), haciendo que la propuesta se tome más en serio a sí misma de lo que se pretende. Si me la vendes como una comedia de acción, por favor, que lo sea hasta las últimas consecuencias.

Soy consciente de que muchos no estarán de acuerdo con mi apreciación, entre otras cosas porque estarán embobados con la infinidad de referencias a la serie B, no siendo conscientes de que la película no llega a ser la gran fiesta que se nos ha prometido. Si vas a inmolarte, que sea a lo grande, y aquí se toman menos riesgos de los que se están diciendo, por mucho que el gore haga acto de presencia cada dos minutos (sorprendente que Warner lo haya consentido, eso sí). A mí me ha sonado todo a predecible y ya visto, por mucho que los diálogos sean mordaces y los personajes fantásticos, con un argumento que pretende ser algo más, pero que no deja de ser un Los Mercenarios (The Expendables) con personajes con superpoderes (atención a la innecesaria subtrama de los militares, calcada a la de otras producciones como la mencionada). Muchos se llevarán las manos a la cabeza ante tal comparación, pero es que hasta el señor Sylvester Stallone dobla al personaje de King Shark. Que cada uno saque sus propias conclusiones respecto a las referencias que ha habido por parte de Gunn.

Y hablando de los personajes, son de lo mejor de la secuela, costando discernir cuál es el mejor, con un reparto que se entrega a la causa y se lo pasa en grande. Se agradece que DC haya tenido el buen gusto de no contratar al estupendo Idris Elba para el mismo personaje de Deadshot (como se rumoreó en un primer momento), apostando por otro personaje, concretamente Bloodsport. Elba consigue lo imposible, que no es otra cosa que nos olvidemos de Smith (que no pudo participar por problemas de agenda, o eso cuentan), en especial gracias a su gran carisma (normal que su nombre siempre aparezca cuando se habla de sustitutos para personajes míticos), no siendo el absoluto protagonista, pero sí un líder que funciona y que merece su propio film. Con un gesto te lo dice todo.

Lo mismo se puede decir de un John Cena que se ha reinventado a sí mismo en los últimos años, abandonando su porte serio (cuyo único destino era acabar en películas de directo a videoclub, como les ha pasado a otros) y pidiendo a gritos más comedias, regalándonos un Pacificador tronchante (ojo que se avecina serie del personaje), con algunas de las mejores frases del film. Margot Robbie vuelve a dar en el clavo con su Harley Quinn, pero quizás le haya afectado que su personaje sea esta vez una secundaria de lujo (por mucho que se intente camuflar), dando la sensación de que se la ha metido con calzador, siendo también el caso de un correcto Joel Kinnaman como Rick Flag. Y es que quizás hubiese sido mejor hacer un reboot y dejar volar a los personajes de la primera, porque al final les ha quedado un extraño híbrido que no acaba de funcionar del todo ni como secuela ni como supuesto reinicio.

No olvidar a una emotiva Daniel Melchior (siendo seguramente la gran sorpresa del elenco actoral), un fascinante David Dastmalchian o un King Shark (doblado por Stallone en versión original) que, junto a cierta rata, casi roba el show por completo, como se podía prever en los adelantos. Y sí, va a vender mucho merchandising este insaciable y entrañable asesino acuático. A Viola Devis (catalogada por algunos como la Meryl Streep negra…) la dejo aparte, porque mantiene el mismo rostro inexpresivo en casi todo el metraje, recurso al que suele recurrir para luego extender la palma de la mano y reclamar un Oscar. No cuela, al menos conmigo. Lo de que interprete a uno de los personajes más odiosos de los últimos años, ya es otra historia, aunque obviamente la culpa no es suya.

En resumidas cuentas, es curioso que la crítica haya alabado esta secuela y machacado la original, cuando no veo tanta distancia entre ambas. Sí, seguramente la segunda sea mejor que la primera, pero tampoco tanto. A lo mejor soy yo, que me he perdido algo, pero no me ha parecido tan magistral una segunda entrega que cumple su cometido y nos regala momentos y personajes fabulosos, pero que no tengo tan claro si la gente la seguirá mencionando y aplaudiendo en un panorama saturado por producciones en las que todo se olvida a las dos semanas. El tiempo dirá, pero me limitaré a concluir diciendo que la he disfrutado, me lo he pasado bien y que hay cosas geniales (King Shark, reparto, dirección, humor…), pero que no creo que sea esa obra maestra que muchos se han apresurado a afirmar.

Personalmente, y a riesgo de que me lluevan piedras (ya tengo el paraguas preparado), me quedo con The Expendables 2 como desvergonzado film de acción y con Aquaman como mejor film del DC Universe (de DC a secas sería The Dark Knight) antes que con esta secuela/reboot. Y es que tengo la sensación de que The Suicide Squad podría haber sido mucho mejor, ya que se toma más en serio a sí misma de lo deseado, y cuando se desmelena es para escupir a su antecesora. Eso sí, seguramente acabe siendo uno de los mejores films del año, y eso se tiene que tener en cuenta, aunque tampoco es justo obviar sus errores. Dicho todo esto, gracias por la entretenida y divertida fiesta, señor Gunn.

P.D: Hay escena post-créditos. No os la perdáis.

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