Masters del Universo Revelación – Masters of the Universe: Revelation – Serie Netflix – Un efectivo regreso lastrado por su engañosa promoción

Masters del Universo fue una mítica línea de juguetes que derivó en una no menos legendaria serie de animación, sin olvidar la extraña adaptación cinematográfica, considerada hoy un clásico de culto. Obviamente, la marca tiene una legión de fans por todo el mundo, entre los que me incluyo, ya que tenía los juguetes, disfrutaba con la serie y la película tenía algo, aunque los personajes jamás me impactaron como sí lo hicieron las Tortugas Ninja. Es por ello que, cuando se anunció una nueva serie de Netflix, continuación directa de la original y producida por Kevin Smith (uno de mis directores favoritos, gracias a clásicos como Clerks, Dogma o Mallrats), los fans se volvieron locos. Y no me extraña.

Han sido muchos años sin nuevos proyectos a la vista, más allá de algunas producciones que no tuvieron el mismo impacto. Pues bien, por fin la tenemos ante nosotros, habiendo cosechado estupendas críticas. Lo comprendo, por un lado porque la serie es tan efectiva como entretenida, siendo un estimable y logrado regreso, y por otro, porque hay una serie de movimientos que buscan congraciarse con los tiempos que corren (siendo una oportunidad que los críticos profesionales jamás desaprovechan para llevarse el aplauso). Pero mejor vayamos por partes.

Lo dejo claro desde un primer momento (y sin ser spoiler, ya que es algo que ya se había confirmado hace semanas y que sucede al principio de la serie): He-Man no es el protagonista. Como lo leéis. En efecto, la absoluta protagonista de la nueva serie es Teela, personaje secundario que aquí recoge el testigo, siendo un movimiento bastante cuestionable. Para empezar, Netflix no ha promocionado su nueva serie de esa forma, siendo un claro ejemplo de marketing engañoso, además de un gesto cobarde por su parte. Sí, hay valentía para tomar un paso tan arriesgado, pero si lo escondes, ¿dónde está el mérito?

Tampoco es plato de buen gusto que He-Man (por no hablar del temible Skeletor, el cual aparece apenas unos minutos) sea secundario de lujo en su propia historia. Lo sé, como ya me han comentado (no sin razón), «Esto no es He-Man, son los Masters del Universo«. Lo pongo entre comillas porque las palabras provienen de Ray Wagner, presidente de Mattel en 1982, pero sigue chirriándome este importante cambio. Que nadie se lleve a equívoco, me hubiese parecido igual de mal que el rol protagonista hubiese ido a parar a otro hombre, ya que el problema no es que un personaje femenino sea el protagonista (sólo faltaría…), sino que se quite ese protagonismo a un personaje tan sensacional, totalmente relegado a un segundo plano, cuando luego ha protagonizado todos los posters y tráilers de la nueva serie. ¿Tiene sentido? Para mí no, y eso que respeto que muchos aplaudan el cambio, pero podrían haber avisado, siendo un bofetón para los fans del personaje (ojo, no de la serie). ¿Qué les costaba titular a la serie «Masters del Universo: Las crónicas de Teela«. Ah, sí, que no vende tanto…

Una vez dicho el gran problema que le veo a la serie, cuyo principal cometido es congraciarse con los tiempos que corren, procedo a comentar la serie, que fíjate tú, y a pesar de lo comentado, no está nada mal. La animación no es ninguna maravilla, pero cumple su cometido a la perfección, notándose un cuidado en la producción, pero sin ser una revolución dicho apartado. Tampoco creo que nadie esperase eso, pero se echa de menos ese estilo presentado en la estupenda introducción. Quizás no habría sido mala idea respetar los diseños y técnicas de animación originales, por aquello de respetar la continuidad, pero sólo es una idea.

Respecto a la historia, la serie toma su propio rumbo, siendo una continuación respetable y que capta el espíritu de la serie original, pero que también se preocupa demasiado en ser acorde a la actualidad social a cualquier precio (ojo a ese corte de pelo, por si alguien necesita más pistas…). Afortunadamente, Teela es una estupenda protagonista, repleta de carisma y buen hacer, mereciendo su propia serie y no teniendo que depender del nombre de otros. Que cada uno saque sus propias conclusiones. No olvidar los matices que se le dan a la villana Evil-Lyn, la otra gran protagonista de la propuesta, mereciendo también su propia serie y con algunas de las mejores líneas del libreto. Lamentablemente, no se puede decir lo mismo del nuevo personaje, siendo la tercera en discordia e introduciéndola de forma forzosa, presentándola como improbable alivio cómico. No molesta, pero tampoco aporta. Por supuesto, destacar a secundarios como Orko o Man-at-Arms, el primero entrañable y con el que seguramente sea el mejor momento de esta primera parte, y el segundo siendo espectacular en cada una de sus apariciones. Por favor, más minutos para ambos.

La historia refleja muy bien la magia de las clásicas aventuras de las de toda la vida, visitando lugares comunes, pero con su propia identidad, en cinco episodios (de poco más de veinte minutos cada uno) que se pasan como un suspiro y dejan con ganas de más, en especial teniendo en cuenta el increíble desenlace. Afortunadamente, estamos ante una primera parte, por lo que es de esperar que hayan más episodios. A pesar del comentado engaño, estoy seguro de que los fans de la marca se acercarán a esta producción, y la mayoría, a pesar de todo, la aplaudirá a rabiar, por lo que es de esperar que Netflix no recurra a la temida cancelación, como tanto le gusta hacer en los últimos tiempos. Sí, hay ganas de nuevos capítulos, por lo que misión cumplida. No olvidar la excelente banda sonora, aportando fuerza a momentos ya de por sí épicos.

En conclusión, estamos ante un regreso que cumple las expectativas y ofrece una historia a la altura de las circunstancias, siendo seguramente una de las mejores producciones animadas del momento (de Netflix seguro), y a la que sólo se le puede reprochar la forma en que ha sido vendida, siendo un movimiento cobarde por parte de la plataforma y de sus responsables. Es una lástima que He-Man roce el cameo en una serie que siempre ha sido suya, y lo mismo se puede decir de su gran rival. Esperando más episodios, a pesar de todo. Y es que tenemos que empezar a asumir que son nuevos tiempos, y esto es lo que hay, aunque tampoco podemos olvidar que las estafas se pagan caras y que jamás se entenderá la necesidad de modificar obras originales en vez de crear nuevas. Cosas que pasan, pero mientras tanto, a disfrutar.

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