
No me apasionan los deportes y no soy un gran seguidor de la selección española de baloncesto (aunque si sirve de algo, me fascinan Space Jam y Slum Dunk…). Aclarado este punto, he decidido ver La Familia (no, no sigue las andanzas de Vin Diesel y cía…), documental de Amazon que sigue las victorias y derrotas de la selección española de baloncesto desde 1984 hasta 2019. Lo de reconocer que no soy seguidor de la selección o del baloncesto (aunque me gusta verlo), es para dejar claro que estamos ante una propuesta apta para todo tipo de público (te guste el básquet o no), además de ser emotiva, entretenida y apasionante. Y sí, me ha encantado. Y es que cuando se hacen las cosas bien, el resultado no es otro que producciones humildes, sinceras y estimables, como la que nos ocupa.
El documental se compone de cinco episodios de apenas media hora cada uno, siendo un total acierto por parte de los responsables, al no optar por episodios de más duración que alejen a los espectadores (suele suceder). Y es que todo se explica de manera amena y efectiva, con unas entrevistas que interesan y en las que todos los participantes (tanto jugadores como entrenadores o profesionales del medio) tienen algo qué contar, no dando lugar al aburrimiento, y acercando un deporte como es el del baloncesto a todo tipo de espectador, seamos aficionados o no. Una proeza al alcance de muy pocos.
Otro punto a destacar es la sabiduría que muestra la serie, al combinar de forma estupenda los puntos cómicos (ojo a los créditos finales de cada episodio) con el dramatismo presente en la vida de muchos de los integrantes de la selección, logrando que empaticemos con ellos y nos acerquemos un poco más a sus vidas. Sé que las comparaciones son odiosas, pero mientras que en The Last Dance (documental de Netflix sobre los Chicago Bulls) se notaba un aire cargado de envidias y rencores, aquí todo es bondad, compañerismo y corazón, demostrando que nuestros jugadores están hechos de otra pasta, de ahí el título del documental (Vin Diesel debe estar muerto de la envidia porque se le hayan adelantado). Aquí no hay egos que valgan, todos son hermanos, y se transpira amistad, como debe ser.

Personalmente, y una vez dejado claro que he estado algo desconectado de los triunfos de nuestra selección, me han sorprendido las proezas logradas por nuestros jugadores, siendo auténticas leyendas que trajeron la felicidad y la esperanza a infinidad de españoles, en una lección de esfuerzo y fortaleza que los hizo únicos. Es increíble que todos y cada uno de ellos fueran grandes figuras del deporte, demostrando que lo que hace grande a un equipo es, precisamente, el trabajo en equipo. Me parece que algunos jugadores deberían aprender la lección, y no me refiero a ninguno que salga en este documental… Creo que estamos ante un documental que no sólo cumple su cometido de ser un producto perfecto para los que han seguido la trayectoria de estos gigantes o simplemente los que quieran saber más de ellos, sino también de dar una lección de valores y dejar claro cómo se consiguen las medallas. Si yo fuese entrenador, sea del deporte que sea, se lo pondría a mis jugadores sin dudarlo. Ahí lo dejo.
En resumidas cuentas, estamos ante un regalo de Amazon, rabiosamente entretenido y deliciosamente cercano, que toca el corazón y que nos confirma lo que ya era un secreto a voces, que no es otra cosa que el hecho de tener (y haber tenido) una selección española de baloncesto única, y con muchas cosas que decir todavía. Un documental maravilloso y cargado de buenos momentos, que cuenta lo justo y necesario (no hay nada que sobre) y que debería ser un ejemplo para otros de la competencia (documentales eternos que no aportan nada). Un ejemplo de buen hacer y una opción imprescindible para los amantes del deporte. Gracias, chicos.
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