
Mejor ser sincero desde un principio. No tenía ningún interés en este nuevo live action de Disney, esta vez en torno a la villana de 101 Dálmatas, a modo de historia de orígenes (o precuela, como se prefiera). Cierto es que el fichaje de la siempre estupenda Emma Stone aumentó el interés en la propuesta, pero seguía siendo insuficiente para justificar la existencia de este proyecto (hay saturación de remakes en imagen real). Por otro lado, no ayudó demasiado (al menos para quien esto escribe) que los (engañosos) tráilers jugasen la baza de parecerse a la reciente (y sobrevalorada hasta límites insospechados) Joker con Joaquin Phoenix, ya que, mal que pese, la película que nada tiene que ver con el villano de Batman, sigue de moda.
La crítica ha mostrado un moderado entusiasmo, y el público que ya la ha visto se debate entre tildarla de maravillosa versión del clásico, o calificarla de espantosa. Pues bien, por fin he podido comprobar si la película es un producto destinado a ser un clásico de culto o, por el contrario, es espantosa como ella sola, y la verdad es que no es ni una cosa ni otra, más bien un producto más convencional de lo esperado (nada que ver con lo que se había vendido) y diseñado para entretener, lo que jamás es algo malo. Y es que sigo sin entender esa desesperación (del estudio) por parecerse a Joker, cuando ambas películas no tienen absolutamente nada que ver. Bueno sí, captar al mismo público, pero es un error, ya que éstos quedarán muy decepcionados por una película conformista y con un objetivo claro, que es hacer pasar un buen rato, nada más. Es indudable que se han equivocado a la hora de venderla, porque habrán espantado al target correcto (familias y fans del clásico original) con un marketing tramposo y que se aleja del resultado final.
Es bastante curiosa la filmografía de Craig Gillespie, responsable de cintas como las infravaloradas Yo, Tonya o el remake de Noche de Miedo. Aquí ofrece un trabajo correcto, pero que no destaca ni sorprende (a pesar de algún momento interesante), sin apreciarse el poderío visual que hacían intuir los adelantos. Un trabajo de encargo, que no chirría y que funciona como producto Disney (algo que encanta al estudio del ratón). Eso sí, la duración es exagerada, superando las dos horas, lo que provoca algo de agotamiento en un film que podría haber durado media hora menos.

Quizás la culpa sea de los guionistas, los cuales quieren contar muchas cosas y abordar demasiados temas, como el de la moda (los que adoren dicho mundo van a quedar encantados), los robos, la venganza o una serie de elementos (giros supuestamente sorprendentes que se ven venir del lejos) que desembocan en un extraño híbrido entre El diablo viste de Prada (las referencias son más que claras, y a veces parece hasta un remake), Ocean’s Eleven y Joker (aunque renunciando a su pretenciosidad y estética oscura). El clásico quiero y no puedo, aunque se deja ver y se agradece que la película no aburra en ningún momento. Los personajes caen bien y te interesas por ellos, pero la Cruella de esta película tiene más bien poco de villana, hasta el punto de que tiene perros como mascotas. Quizás los más devotos del clásico animado se sientan algo defraudados, porque la película jamás cruza la línea (aunque se juegue con ello), buscando desesperadamente que empaticemos con el personaje principal y sus compinches, al igual que sucedió con la inferior y olvidable Maléfica.
Si alguien esperaba una producción oscura, arriesgada y con mala baba, se ha equivocado de propuesta, ya que hablamos de Disney, artífice de productos comerciales con la única función de entretener (aunque haya excepciones, como algunos clásicos animados) y amasar millones, y Cruella está diseñada para eso mismo, siendo una más del catálogo. Sinceramente, lo prefiero, ya que tenía miedo de encontrarme con otro producto pretencioso y vacío, que buscase escandalizar y dividir. Afortunadamente no es así, aunque tampoco se puede obviar que la película busca ser más gamberra de lo que acaba siendo, en especial si se presta atención a su estupendo soundtrack, con canciones conocidas por todos. Y es que la cinta es tan inofensiva que se puede ver en familia sin problemas. Han sido conformistas, y creo que en esta ocasión es de celebrar, porque podría haber quedado algo innecesariamente tétrico y con ínfulas de autor. Ya tenemos un Joker, gracias.
En cuanto al reparto, Emma Stone brilla en un personaje hecho a su medida, notándose que disfruta con el papel, saboreando cada segundo y pasándoselo en grande. Desde luego, se ha ganado cada dólar, en lo que sólo puede definirse como un gran acierto de casting. Por cierto, si Margot Robbie se cansa de ser Harley Quinn (que espero que no), aquí hay una estupenda sustituta, ya que ambos personajes tienen bastantes similitudes, y Stone saldría airosa con la complejidad de la villana de DC (lo de «novia de» ya pasó a mejor vida).

Y de una Emma pasamos a otra, ya que los responsables también han tenido el ingenio de fichar a la siempre fascinante Thompson, siendo el contrapunto perfecto de la protagonista, con una interpretación con ecos de la Streep de El diablo viste de Prada (se notan las referencias y el amor de los guionistas hacia dicho film). Ambas Emma’s tienen una química bestial, siendo un gozo para el espectador cada vez que cruzan miradas y palabras. La película no sería lo mismo sin la presencia de las dos maravillosas actrices, poniendo otra vez de relieve lo importante que es el reparto en un film. Los secundarios están estupendos (atención a los compinches de Cruella, tan entrañables como acertados), aunque quizás mi querido Mark Strong (el cual debería ser Hitman en la próxima adaptación del videojuego, si es que la hay) esté algo desaprovechado. Seguramente lo reserven para una más que segura secuela.
Porque sí, se notan las intenciones del estudio, con un final presentando las bases y dejando claro que todavía hay algo más que contar, aunque ya coincida en el tiempo con el clásico animado. Estoy seguro que si la cinta es un éxito, el estudio no lo dudará, al igual que hicieron con la secuela de Maléfica y con muchos otros live action. Que a nadie se le olvide que esto es un negocio, por lo que seguramente tengamos nueva franquicia entre manos (los números decidirán). Al menos éstos no se esconden, no como el responsable de Joker, que dijo que sería una película única, y la secuela ya está casi confirmada. Hollywood, qué os voy a contar…
En conclusión, estamos ante un film que cumple su cometido de entretener (que ya es mucho, y más en los tiempos que corren), destacando por la presencia de Stone y Thompson (ambas sensacionales) y siendo una producción marca de la casa. No voy a culpar a los que esperasen otra cosa, porque la campaña de marketing poco tiene que ver con lo que ha llegado a las pantallas (y a los hogares…), siendo una producción más simplista, inofensiva y rudimentaria de lo que quiere aparentar, pero oye, al menos no es ridícula ni petulante, por lo que ni tan mal. Un correcto live action (seguramente de los mejores hasta el momento, lo que tampoco era complicado). Conforme.
En realidad creo que el causante de esta moda fue el mismo Disney con la Olvidable versión de Maléfica
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Sí, lo sé, ellos fueron los precursores y hasta ahora…
Al menos ésta se deja ver.
Gracias por comentar 😃
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