
Los hombres de Paco fue una serie que comenzó de forma estupenda, dentro del género de la comedia y con unos personajes irrepetibles. Lamentablemente, cada nueva temporada bajaba la calidad, renunciando al humor y transformándose en un drama romántico sin pies ni cabeza (la última temporada no había por dónde cogerla). Sí, soy consciente de que muchos se engancharon a la serie por la popular relación entre Lucas y Sara, pero un servidor amó el humor grueso y sin límites de las primeras temporadas, siendo un bofetón doloroso el hecho de que los responsables apostasen por ese abrupto cambio de tono y nada volviese a ser lo mismo.
Han pasado diez años (que se dice pronto) desde el decepcionante cambio de rumbo y descafeinado desenlace de la serie, y la verdad es que fue una sorpresa mayúscula que se anunciase su regreso, en especial teniendo en cuenta lo comentado. Ya sabéis, está de moda que las series regresen después de varios años, aunque no suele salir muy bien el experimento casi en ningún intento (hay tantos ejemplos…). A pesar de mi escepticismo (la serie se fue por la puerta de atrás), no iba a perderme esta vuelta de los personajes, ya fuese por saber un poco más de las vidas de Paco, Mariano, Lucas, Sara o Povedilla.

Pues bien, ya se ha estrenado el primer episodio, y la verdad es que las sensaciones son bastante positivas de cara a la nueva (y décima) temporada, aunque no es oro todo lo que reluce. Técnicamente la serie luce muy bien (sólo basta comparar con el primer episodio de la serie para apreciar el salto de calidad), con un formato cinematográfico que hace preguntarse si no habría sido mejor hacer una película en vez de una nueva temporada, pero el tiempo dirá si ha sido buena idea traer nuevas tramas en forma de episodios. Y hablando de los mismos, es un total acierto que la duración sea de una hora. No sé si lo van a mantener de cara a los próximos capítulos, pero las duraciones de hora y media (que es lo que duraban los episodios de antaño) pasaron a mejor vida, y este formato es el que se espera en los tiempos que corren. Bien hecho.
Por otro lado, se nota un gran esfuerzo de los guionistas por devolver el humor (ausente en las últimas temporadas) a la propuesta, lo cual se agradece, pero no todos los gags funcionan, habiendo un par de momentos muy divertidos (ojo al momento Pasapalabra) pero otros que caen en saco roto. Eso sí, los personajes vuelven a ser los de siempre, siendo un gran triunfo que se mantengan sus fascinantes personalidades. Obviamente, el mérito es de unos brillantes (como de costumbre) Paco Tous y (especialmente) Pepón Nieto, que vuelven a hacer suyos los personajes. Sólo por sus aportaciones y actuaciones, ya merece la pena darle una oportunidad a este cacareado regreso. Por supuesto, también se aprecian la vuelta de personajes míticos como Lucas (aunque éste sí que no es el mismo, abandonado la locura de su personaje), Sara o Povedilla, aunque en este último caso nos dejen con la miel en los labios con uno de los grandes alivios cómicos de la serie. Respecto a los nuevos personajes, es pronto para entrar a valorarlos, pero no pinta mal la cosa.

Respecto a la trama, tampoco se han estrujado demasiado los sesos, y quizás sea un poco endeble si va a ser el hilo conductor de la temporada, que todo apunta a ello. No obstante, tampoco es nada demasiado reprochable, entre otras cosas porque nos hemos apuntado a esta nueva aventura para disfrutar de los personajes de siempre y echarnos unas risas, tan necesarias en los tiempo que corren. Adiós al erróneo dramatismo de las olvidables últimas temporadas, y bienvenida sea la esencia inicial de una propuesta que jamás debió abandonar sus orígenes.
En conclusión, estamos ante un celebrado regreso, con unos Paco Tous y Pepón Nieto en su salsa, y que deja con ganas de más. Quizás no sea un gran episodio y peque de conformista (hoy en día es complicado sorprender o destacar), pero se deja ver y cumple su función, por lo que sólo queda esperar para comprobar si ha sido buena idea traer de vuelta a estos entrañables personajes. Mi corazón me dice que sí. Mientras tanto, bienvenidos, hombres de Paco.
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