
Con más ruido del que merece, se ha estrenado en Amazon el thriller Sin remordimientos, adaptación de una novela de Tom Clancy y protagonizado por el ascendente Michael B. Jordan. La crítica no ha quedado demasiado entusiasmada, y el público tampoco parece muy contento ante una propuesta que sólo se puede calificar de descafeinada, insustancial y carente de garra, por mucho que las intenciones de sus responsables sean otras, inminente franquicia incluida. Yo no tenía intención alguna de verla, pero al final he picado el anzuelo, aventurándome en una producción que me ha dejado casi igual que estaba al principio, ya que esto lo hemos visto todos antes, y mucho mejor.
El director es el mismo de la secuela de Sicario, y la verdad es que en aquélla realizó un trabajo superior, aunque no se le puede quitar valor a su labor tras las cámaras en la cinta que nos ocupa, con unas escenas de acción que cumplen, sin más. Había leído sobre la crudeza de las muertes en el film, pero nada más lejos de la realidad, ya que la sangre brilla por su ausencia, en un producto poco arriesgado y que busca ser apto para todo tipo de público, cuando se invitaba a lo contrario.
Lo dicho, buscan una saga, notándose que esta primera entrega es más bien el piloto de una serie que no una película en firme. Es por ello que la cinta se queda en tierra de nadie, al no tener identidad propia y ofrecer una historia más plana que un folio. Sorprende que detrás del guion esté Taylor Sheridan, responsable también del libreto de la estupenda Comanchería (Hell or High Water), y que aquí ofrece una trama conformista, sin alma y que se queda a medio gas, con el piloto automático e incapaz de sorprender a pesar de que se esfuerce en ello. Predecible hasta el hartazgo.

Lo del piloto y las ínfulas de saga cobra más sentido cuando se asiste a la escena post-créditos, como si de un film de Marvel se tratase, y con una palabra clave que busca sorprender a los aficionados del novelista. Sinceramente, no sé muy bien quién va a pedir una secuela después de un episodio que no deja con ganas de más, pero Amazon tiene un plan y lo va a llevar a cabo, y más si tiene de protagonista a una de las estrellas del momento.
Y hablando del mismo, Jordan (que ha sabido reconducir su carrera después del fiasco de la terrible Los 4 Fantásticos) ofrece una actuación correcta, intentando sacar provecho de un personaje sin ninguna gracia. No se le da nada mal esto de ser action hero, por lo que pueden tomar nota los estudios. Eso sí, si el primer paso es esta hipotética saga, mal vamos. Jamie Bell (en un rol diferente a lo que nos tiene acostumbrados) y Jodie Turner-Smith dan el contrapunto perfecto a Jordan, aunque duele ver a un Guy Pearce en el mismo papel de siempre. El actor vale para mucho más, y Hollywood no deja de ofrecerle papeles que están muy por debajo de su talento.
En conclusión, estamos ante un thriller del montón, que mañana habremos olvidado todos, y del que quizás se pueda destacar a su entregado reparto y una dirección sólida, pero que se queda en tierra de nadie, siendo un fallido intento de iniciar una nueva franquicia. Quizás sea un éxito, quién sabe, pero no creo que me veáis en una segunda parte o en una serie, porque si esto es lo que tienen que ofrecer… Una cinta de esas que no pasa nada si te la pierdes. Ni más ni menos.
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