
Pequeños detalles (The Little Things) es un thriller interpretado por actores muy conocidos, el cual se ha estrenado sin hacer apenas ruido, siendo un relativo éxito si se tiene en cuenta que ha llegado a las salas y al mercado doméstico en plena pandemia, aunque con unas críticas muy tibias. A pesar de su prometedor trío protagonista, no tenía demasiadas expectativas (aunque tampoco esperaba la mediocridad que ha acabado siendo), entiendo perfectamente las poco entusiastas reseñas, estando ante un thriller a la vieja usanza, que no aporta nada al género y que no sabe muy bien qué quiere ser, olvidándose tan pronto como se consume.
No sé si la película es consciente de sus claras limitaciones, pero desde luego se escuda en su trío protagonista (los tres con sendos Oscars). Denzel Washington es uno de esos actores que ya no tienen que demostrar nada a nadie, pudiendo hacer lo que le da la real gana. No obstante, sorprende verlo en una cinta tan floja y prescindible, aunque se agradece su presencia, ya sea por disfrutar de su habitual carisma y buen hacer, en otra estimable actuación, aunque no sea de sus mejores trabajos. Denzel, tú vales más.
No se puede decir lo mismo de su compañero de reparto, Rami Malek (Bohemian Rhapsody), el cual actúa como un auténtico robot, con una inclasificable imitación del actor Michael Shannon (aunque a éste le quede mejor ese registro), en lo que sólo se puede calificar como una interpretación fría, impostada y extraña, sacándote de la película a cada momento (os juro que hay momentos que parece un autómata). Prefiero pensar que la culpa la tienen las exigencias del pobre guion (que ya me dirás escribir un personaje así), porque le he visto en otros registros (aparte del de Freddie Mercury) y no actúa así. No sé qué ha podido pasar, pero mucho me temo que es su peor interpretación. No te lo crees, ni por asomo, pareciendo más el asesino en serie que no un detective de homicidios en busca de la verdad (¿se habrá confundido de personaje?).

Mucho mejor parado sale el siempre excéntrico (al menos en los últimos años) Jared Leto, notándose que saborea con gusto su hilarante personaje, aunque claro, a este actor le das un personaje raro, y está como pez en el agua. A pesar de ello, no deja de sorprender su interpretación, sumando interés a la propuesta (y mira que es complicado) desde su primera aparición, siendo uno de esos personajes que podrían haber acabado muy mal parados en otras manos. Eso sí, me parece exagerada su nominación a los Globos de Oro (y es posible que en los próximos Oscars), pero claro, no había mucha competencia en ese apartado.
El director tiene una filmografía tan curiosa (por lo variado) como rudimentaria, y esta película no es una excepción, ofreciendo un trabajo tras las cámaras apagado y sin garra, hasta el punto de parecer un telefilm en no pocos momentos. Es más, la estrenas directamente en televisión, con otros actores menos conocidos, y nadie notaría la diferencia, porque es lo que es, a pesar de querer ser otra cosa más grandilocuente. Tampoco se puede obviar que el film se hace interminable en sus innecesarias dos horas, sobrándole media hora, por lo menos. El mismo responsable se encarga del guion, y en ninguno de los dos apartados está especialmente inspirado, notándose sus intenciones de ofrecer un thriller con sabor añejo (quizás habría tenido un pase en los 90, pero ha llovido mucho desde entonces), pero siendo en realidad otra cinta más del género, que sólo destaca por su reparto.

Que nadie espere un gran misterio, ya que el material promocional se ha encargado de arruinar cualquier sorpresa (¿no han aprendido nada de Seven?), por mucho que Malek se esfuerce constantemente en hacernos creer que es el asesino con su terrible performance. Cuando acaba la película, te preguntas cuál es el sentido de la misma, a dónde ha querido ir a parar el director y guionista, o si ha sido tan consciente de lo insípido de la trama (ya vista en infinidad de ocasiones) que ha decidido tirar de chequera para convencer a esos tres actores, los cuales todavía me pregunto qué hacen aquí, en especial mi querido Denzel.
En conclusión, estamos ante un telefilm que será olvidado bien pronto, destacando solamente por su elenco actoral, habiendo hecho algo de ruido porque se ha estrenado sin apenas competencia, oliendo a uno de esos subproductos que los productores tienen guardados en un cajón, a la espera del momento oportuno para que la gente lo consuma sin hacerse muchas preguntas. Les ha salido más o menos bien la jugada, pero el hedor a mediocre sigue impregnado en la propuesta, y dudo que los espectadores no se den cuenta. Y es que el director debería haber hecho caso al título de su película, ya que los pequeños detalles sí importan. Olvidable.
Deja una respuesta