
Ha llegado un momento en el que, cada vez que Netflix presenta un nuevo estreno (casi siempre interpretado por grandes estrellas o rostros conocidos), los usuarios de la plataforma arquean la ceja, desconfiados de encontrarse ante otro film insulso, vacío y de usar y tirar, que suponga una pérdida de tiempo y cuyo único objetivo sea rellenar catálogo, cuando en realidad consigue generar más mala fama de por sí. Pues bien, acaba de estrenarse A descubierto (Outside the Wire), con unas críticas muy negativas que ya hacían presagiar el desastre, y adivinad… es insulsa, vacía y de usar y tirar, y sí, hace desconfiar todavía más de los estrenos exclusivos de una plataforma que cada vez va a peor, no aprendiendo de los errores del pasado.
Quizás se pueda destacar la dirección (es el mismo responsable de la correcta Plan de Escape) en este subproducto bélico, con unas escenas de acción convincentes, y demostrando que Anthony Mackie (Halcón en las de Capitán América y Los Vengadores) puede ser un gran action heroe, aunque espero que en un futuro opte por películas de mayor calidad. Eso sí, la película dura casi dos horas, sobrando claramente unos veinte minutos, ya que si llega a ser una película de hora y media, con menos pretensiones y más acción, quizás hablaríamos de un producto más estimable, lo cual no es muy difícil. De verdad, que jamás entenderé porqué las cintas de acción de Netflix siempre rozan esas exageradas duraciones.
En la mitad de la cinta parece que la cosa va a mejorar, pero una serie de giros absurdos e innecesarios terminan por sentenciar la película, en lo que es un guion insustancial y que peca de frialdad, queriendo jugar en la liga de los mayores, pero haciendo aguas por todos lados. Y es que, lo que podría haber sido una película bélica para pasar el rato, acaba siendo una bobada que jamás emociona y que juega constantemente a querer ser algo más, con una pretenciosidad que no le sienta nada bien. Sí, tocas temas futuristas y de ciencia ficción, pero mejor ahórrate tus reflexiones de galleta de la fortuna, que no dejas de ser una película de acción de Netflix…

Por otro lado, los elementos futuristas de la historia no aportan absolutamente nada, si acaso justificar el uso de efectos especiales, los cuales nunca chirrían, pero tampoco sorprenden. Podría haber sido una cinta de acción bélica transcurrida en la actualidad, que no habría cambiado absolutamente nada. Es más, visto lo visto, lo hubiese preferido, porque nos habríamos ahorrado moralejas innecesarias, no abordándose de forma eficiente los aspectos futuristas de la función. Que nadie espere un producto de ciencia ficción, porque se llevará un buen chasco.
En cuanto a la historia, uno de los dos protagonistas no es humano, pero tiene más vida y sentimientos que su compañero, que sí parece un robot sin corazón. Entiendo que esa es la intención de los guionistas, buscando esa dualidad en los personajes, pero nadie se cree que un robot tenga ese desparpajo y esa humanidad, y menos en la época en la que se supone que sucede la trama (no está muy lejos de los tiempos que corren…). Eso sí que es ciencia ficción…
Anthony Mackie es un estupendo actor que siempre suele dar la talla, y su labor en este olvidable film no es la excepción, ofreciendo su gran carisma y su buen hacer, dotando de más dimensión a un personaje que estoy seguro que en otras manos habría salido peor parado. No se puede decir lo mismo de su compañero de reparto, un Damson Idris que actúa con el piloto automático casi toda la película, eso sí, por exigencias del guion, ya que su personaje es más plano que un folio, siendo imposible empatizar con él y haciendo que su destino nos importe bien poco, por mucho que sea otra la intención de sus responsables. También se pasea por ahí Pilou Asbæk (visto en la mediocre Ghost in the Shell o en Juego de Tronos), totalmente desaprovechado como villano de la función, cuando es un actor capaz de mucho más.

Llegados a este punto, conviene preguntarse: ¿Por qué caemos siempre en la misma trampa? En mi caso, no tenía intención de verla, ya que las pistas sobre su deplorable calidad no eran pocas, pero en el último momento he decidido probar suerte, y claro, la suerte no siempre está de nuestro lado… No obstante, aquí os traigo mi humilde opinión de lo que considero que es otro subproducto al que no merece la pena dedicarle muchos más minutos.
Y como decía al principio de la crítica, ha llegado ese momento en el que la gente está desconfiando de las nuevas propuestas de la popular plataforma, pero es que si siguen a este paso, cada vez va a ir a peor, y productos como A descubierto no están ayudando a reparar el error. Otro film de usar y tirar, que habremos olvidado en dos días y que es imposible recomendar. Y van…
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