The Mandalorian es una serie que levantó muchas expectativas cuando se anunció, en especial porque iba a ser la primera serie en imagen real de la popular saga. Lo que nadie esperaba es que se iban a superar todas las expectativas, confirmándose una vez finalizada la segunda temporada, como uno de los mejores productos de Star Wars, pero de lejos.
Y es que la conclusión de la temporada no ha podido ser más satisfactoria, con algunas sorpresas (que no desvelaré, como sí hacen infinidad de desalmados por las redes sociales…), grandes momentos y la sensación de que estamos viviendo algo muy grande, al nivel de un nuevo estreno cinematográfico. Es más, una vez vistas las dos temporadas, nos queda la inequívoca sensación de que los responsables de la serie (Jon Favreau y Dave Filoni, entre otros), deberían haberse encargado de la nueva trilogía, ya que ellos sí entienden qué es Star Wars (al contrario que algunos compañeros de profesión…), siendo su propuesta un regalo perfecto, tanto para los fans como para lo que buscan evasión de primer orden, porque eso es lo que es esta serie, entretenimiento en estado puro.
El episodio lo dirige Peyton Reed, director de innumerables comedias y también responsable de las dos entregas de Ant-Man (la primera mucho mejor que la segunda, pero ambas disfrutables), dejando bien claro la buena mano que tiene tras las cámaras y el buen ojo que tienen los productores a la hora de escoger a compañeros de oficio. Espero que repita para la confirmada tercera parte.
En sus ajustados cuarenta minutos (que se pasan como un suspiro) se ofrece otro capítulo bien medido, con las dosis perfectas de acción (no voy a entrar en detalles, pero no tienen nada que envidiar a producciones de más presupuesto), emoción, tensión y momentos épicos, en un final redondo que deja con ganas de más. Y sí, es seguramente el mejor episodio visto hasta el momento, y eso que el final de la primera temporada también fue una maravilla. Por cierto, atención a la escena post-créditos, otro regalo para los fans, que después de la decepción de la reciente trilogía, estoy seguro que habrán recuperado la esperanza (o fuerza) en su saga favorita.
Si tuviera que valorar la segunda temporada, quizás podría admitir que ha sido algo irregular, con episodios de transición pero que luego han tenido sentido en la trama principal (ya sea por recuperar personajes o simplemente por detalles), siendo, a mi juicio, una segunda entrega a la altura de la primera, y quizás con mejores episodios. Por lo tanto, misión cumplida. Va a estar difícil que logren alcanzar el nivel en la futura tercera entrega.
Y hasta aquí puedo leer, simplemente agradeciendo a los responsables de esta maravilla el habernos regalado un producto tan inspirado, humilde y rabiosamente entretenido, que ha superado las expectativas y que confirma que todavía hay vida en la galaxia (aunque tampoco negaré que el anuncio de diez series me asusta bastante…). Larga vida a Mandalorian.
Ocio World 
Deja una respuesta