MasterChef Celebrity 5 – Final – Raquel Meroño es la ganadora en una final sin garra ni emoción

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Por fin ha llegado el momento, es decir, la final de MasterChef Celebrity 5. Debo reconocer que tampoco ha sido una edición tan desastrosa como cabría esperar en los primeros programas, pero que esto ya no es lo que era, es un hecho. Que lejos quedan las primeras ediciones del Celebrity… Pero estamos aquí para hablar de la final. Por cierto, antes de empezar, se confirmó que Flosie fue eliminado de la final, al igual que en el programa anterior. Al final las quejas y las presiones hicieron su efecto. Que tiempos más maravillosos nos ha tocado vivir…

En la primera prueba hizo acto de presencia uno de los chef más egocéntricos y altivos de España. Sí, habéis acertado, Dabiz Muñoz, un ejemplo de prepotencia que vino a desplegar su buen hacer en la clásica prueba de seguir al chef, que siempre se reserva para el último programa. Obviamente los concursantes se perdieron en algunos momentos (en especial la soprano), y más si el mencionado chef iba a máxima potencia, sin piedad alguna y sin pisar el freno en ningún momento. Como chef será cojonudo (tres estrellas Michelin, como dejaron bien claro…), pero como profesor no le veo futuro. Bueno sí, como mal profesor desde luego, que de esos hay a patadas en este país…

Sorprendentemente, la mayoría de concursantes le siguieron el hilo, especialmente Nicolás Coronado o Raquel Meroño, aunque luego obtuvieran resutados dispares. A la hora de valorar, no me gustó que Muñoz, un killer por naturaleza, admitiese que iba a ser comedido con Josie. Me da igual que le haga los disfraces a tu churri en Noche Vieja, si vienes de invitado es para ser profesional, y punto. La verdad es que ninguno de los cinco hizo un desastre, siendo la peor la soprano (como cabría esperar) y los dos mejores Meroño y Flo, siendo este último directo duelista en la final. Una sorpresa, se mire por donde se mire, y que estoy seguro que ha jodido a más no poder a su amiguete Segura…

Para la prueba por equipos, viajaron hasta Cantabria, al restaurante de un reputado chef, concretamente el de Jesús Sánchez, que ya había hecho acto de presencia en el programa. No es por criticar, y soy consciente de que es un menú degustación, pero esos platitos tamaño Los Pitufos me dejaron bastante estupefacto… Alta cocina, lo llaman algunos. Ni millonario me veréis por ahí…

En la prueba todos intentaron dar lo mejor de sí mismos, pero Nicolás fue el peor de la prueba (presento un plato crudo), también de forma sorprendente, ya que era uno de los favoritos. La soprano estuvo un poco por encima de su compañero, aunque sin destacar, por lo que la cosa estuvo entre Raquel y Josie, siendo finalmente la otra duelista la primera. Me dicen al principio del concurso, o incluso hace unas semanas, que Raquel Meroño y Flo son los finalistas y no me lo creo. Ni en las apuestas más suicidas, oiga.

Y es que me sorprende no ver a Josie o Nicolás Coronado en la final, después de su buen hacer y evoluciones, dejando la sensación de que a la final no han llegado los mejores. No obstante, sigo opinando que debió ganar (o como mínimo llegar a la final) Juan José Ballesta, pero la presión le pudo y echó el concurso por la borda. Una lástima, porque tenía madera de ganador y siempre fue mi favorito, pero nos tenemos que conformar con lo que hay, que tampoco es poco.

En la final vinieron de invitados viejos conocidos del programa y también dos de los mejores chef de nuestro país, que no son otros que Joan Roca y Ángel León. Destacar que en Twitter hubieron bastantes quejas porque Josie (y en menor medida Nicolás Coronado) no estuviera en la final. Por cierto, ambos finalistas fueron guiados por reputados chef a la hora de planificar el menú, algo que se criticó en el año de Ona Carbonell (que venció a Paz Vega, la cual no contó con la misma preparación) y que Jordi Cruz no desaprovechó la oportunidad de recordar. Me sigue pareciendo mal que sean entrenados para una final, ya que los platos del menú no son suyos, al contrario que en el caso de otros finalistas.

Lo que es seguro es que todos sabíamos que iba a ganar Raquel, porque lo de Flo era impensable. Si a eso añadimos que los platos de la primera fueron mejor valorados, en especial su postre (digno de un concurso de ciencias), y que muchos recordaron que la actriz cuenta con un restaurante y que en los últimos programas parece que le han puesto bastantes facilidades (aunque su evolución está ahí), pues no había mucho misterio. Y sí, volvió a surgir la palabra mágica: tongo. No obstante, cabe preguntarse, ¿realmente le importa a nadie a estás alturas?

En conclusión, una ganadora que cocina bien, pero que ha hecho poco ruido, en una final descafeinada y carente de garra, donde la emoción ha brillado por su ausencia. Como en las últimas ediciones, vaya. Y aquí nos despedimos, otro año más, cada vez con menos entusiasmo en un concurso que hace demasiados años que perdió su magia. Y en otro orden de cosas… Gracias por leerme, de todo corazón.