Antes de comenzar la review de esta semana, quiero abordar el polémico asunto de la supuesta homofobia en las constantes bromas de Florentino Fernández. Para los que anden algo despistados, las quejas se han desatado por las bromas que hace Flo con su personaje Flosie, al cual muchos ven como una parodia de Josie, otro de los concursantes (homosexual, por cierto).
Flo ha estado bastantes programas mostrando su amor al juez Pepe con su alter ego (que no deja de ser un Crispin Hander, personaje mítico del cómico, pero con otro nombre), con persecuciones y peticiones de matrimonio incluidas. Explicado el asunto, considero que las críticas son exageradas, saliéndose todo de madre (se ha comentado en muchos sitios), sin que realmente haya mala intención por parte del humorista, aparte de que Josie tampoco ha demostrado su disgusto, aunque algunas voces aseguran que a veces se le ve incómodo ante la broma.
Creo que se ha hecho un mundo de algo que no merecía tanta atención, pero ya sabéis que vivimos en los tiempos de la corrección política y los ofendiditos, y cualquier broma se analiza con lupa. Cierto es que es un humor con cierto tufillo añejo (por no decir casposo), pero no seamos tan escandalosos, que no creo que ni el programa ni los implicados vayan con intenciones homofóbicas. Un poco más de humor, por favor.
Dicho esto, comencemos con el programa. La prueba comenzó con la llegada del siempre elegante e hilarante Boris Izaguirre, siendo un invitado al que siempre es un placer escuchar, ya sea solamente por lo showman que es. A destacar el momento en que el escritor (así lo indica el programa a la hora de referirse a su profesión) habló de los líos amorosos de Gonzalo Miró, algo que no pareció hacerle mucha gracia al susodicho.
Como ya sabréis, el programa está constantemente intentando innovar, cayendo siempre, sin excepción, en saco roto. Esta vez presentaron un Bingo, en una idea supuestamente original (así la presentaron), pero que todos sabemos que no… El caso es que los platos y la técnica en el cocinado fueron decididos por el azar del popular juego, en especial para l@s jubilad@s. Y ojo cuidado, que había un delantal dorado (que no pin), lo que aseguraba una semana más en el concurso para uno de los famosos sin pasar por la casilla de salida.
Una vez finalizaron los cocinados, vinieron una serie de rostros conocidos, todos allegados de los concursantes, dispuestos a realizar la clásica cata a ciegas. Quieren innovar, pero no tanto. A destacar la presencia del ex-ministro (ejem, ejem) Màxim Huerta, el estupendo actor Asier Etxeandia o el genial cómico Josema Yuste.
Para disgusto de todos (sí, incluido el programa, que le lanzó un dardo envenenado la semana pasada en Twitter que fue noticia), Celia Villalobos fue la vencedora de la prueba, de forma casi unánime, lo que le aseguraba el delantal dorado. No nos la quitamos de encima ni queriendo, aunque el programa está igual que nosotros (por lo menos el Community Manager). Mal de muchos…
Para la prueba de exteriores viajaron hasta Barcelona, con unas visibles mascarillas. Es decir, el rodaje de dicho programa les pilló en el inicio del verano (más o menos), por si alguien tiene curiosidad. Anda que no ha llovido. El caso es que Villalobos se quedó con las ganas de mandar, que le gusta más que un plátano a un mono, siendo los capitanes los chefs invitados. Lo dicho, a innovar, que la gente se duerme, aunque debo reconocer que el experimento estuvo interesante.
Y esperaos, que vienen curvas… También vinieron de invitados Alberto y… Luna, concursantes de la anterior edición de MasterChef (anónimos, se entiende). Mira que hay gente… Una cosa es segura, al final traen a los que más ruido hacen. Que cada uno saque sus propias conclusiones, aunque finalmente tampoco pintaron mucho, siendo más bien dos extras. Del cocinado destacar cómo el chef Oriol Castro llamaba Flor todo el rato a Flo. Para mear y no echar gota, siendo el gran momento de la noche.
Los dos equipos convencieron a los jueces con sus cocinados, aunque el peor fue el rojo, debido a la pereza mostrada por La Terremoto o Josie, más preocupados del show (en especial la primera, que satura) que de cocinar. La mejor fue Raquel Meroño, a la que destacaron su evolución.
En la prueba de eliminación vino de invitada Lolita. No sé si la tendremos de concursante otro año (como sugirieron), pero en ese caso el programa perderá y Tu cara me suena (donde es jurado) ganará, porque pocas personas con menos gracia hay en este país. Es mi opinión, y si no la digo no me quedo tranquilo, que para eso estamos.
En otro orden de cosas, la prueba consistía en realizar bombones y trufas, con elementos como los peta zetas, en una prueba de eliminación harto complicada, donde se la jugaban Josie (que sigo sin entender porqué le gusta cocinar incómodo, y lo digo por sus modelitos), La Terremoto (también dando la nota, aunque con una importante evolución en su cocinado), Nicolás Coronado (uno de los finalistas, acordaros de mis palabras) y Gonzalo Miró, que puso cara de acelga desde que vio los bombones y las trufas.
Y sí, fue el expulsado del programa, siendo una pérdida que ni fu ni fa, pero si tenemos en cuenta que ahí siguen la Villalobos o la soprano, pues tampoco podemos lanzar las campanas al vuelo. Y eso sería todo. Me despido no sin antes agradeceros a tod@s los que me leéis semana tras semana, en especial a los que dedican un par de minutos a contestar. No hay palabras suficientes. Nos leemos la semana que viene.
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