
Prácticamente sin hacer nada de ruido (como si el estudio no tuviese muchas esperanzas ni confianzas en el mismo, dejando bien claro en qué deplorable situación se encuentra la marca), ha aterrizado un especial navideño de Star Wars, eso sí, en versión Lego. Tranquilos, no es un remake del polémico especial de hace décadas, del que reniega hasta el propio George Lucas.
No, en esta ocasión han decidido optar por el popular y querido estilo Lego (del que me declaro totalmente defensor en lo que respecta al mundo de los videojuegos… sobre las películas ya no me mojo tanto), siendo una continuación de la última entrega (la peor de toda la saga), aunque con matices.
Y es que sus responsables, conscientes del nulo interés de la nueva trilogía (un desastre a todas luces), han optado por el manido recurso de los viajes en el tiempo, replicando los momentos más icónicos de la saga, algo que quizás haga gracia a los fans más acérrimos, pero que no deja de ser un recurso perezoso, ya que podrían haber presentado una nueva aventura que continuase la bochornosa El ascenso de Skywalker (Rise of Skywalker), al menos para arreglar el desaguisado. Pero claro, los personajes nuevos no tienen el carisma de los antiguos, de ahí que hayan optado por esa sencilla vía.

Se entiende más cuando ves que relegan a personajes como Finn o Poe a un segundo plano, en una subtrama navideña (es lo único que tiene de dichas festividades, y metido con calzador) que hace aguas por todos lados, siendo lo peor del especial y un desperdicio de personajes, notándose que no saben muy bien qué hacer con ellos. Aquí todo se trata de Rey en un viaje nostálgico que haga olvidar a los fans los últimos años. No cuela.
En el especial hay humor Lego, de ese de lo tomas o lo dejas. Los que hayan jugado a los videojuegos o hayan visto algunas de sus producciones, sabrán más o menos a que se exponen, pero el resto seguramente se lleve las manos a la cabeza, ya que constantemente se ridiculizan a personajes míticos, sin rubor alguno. Eso sí, hay bofetadas a decisiones de guion de la nueva trilogía que son dignas de aplauso. No sé quién ha escrito esto (bueno, sí, un tal David Shayne), pero algo me dice que no le gustó demasiado la nueva trilogía.
Destacar la presencia de la injustamente vapuleada (por los detestables fans tóxicos de la saga) Rose Tico, que tiene más diálogo en cuarenta minutos del especial que en las dos horas y media de la última entrega. Por cierto, la actriz, nada rencorosa, se dobla a sí misma, al contrario que los cuatro actores protagonistas de la nueva trilogía (uno de ellos llegó a decir que sólo haría otra entrega si quisiera otra casa…). Da qué pensar, desde luego.

Por último, poco que destacar de la animación (quizás la rugosidad y brillo en los personajes), muy por debajo de las películas estrenadas en cines y notándose que Disney tampoco ha perdido mucho tiempo ni dinero en dicho proyecto, siendo más bien un nuevo intento de exprimir la franquicia, aunque con resultados más que discutibles. Lo que es seguro es que con productos como el que nos ocupa, no van a mejorar las cosas.
Quizás deberían hacer un planteamiento, dejar dormir a la saga y centrarse en las series, como en la aplaudida The Mandalorian, porque si algo nos recuerda este especial, es que la trilogía nueva fue un error desde su planteamiento, con personajes incapaces de sostener el peso de una historia por sí mismos, de ahí que tengan que recurrir a los personajes icónicos a cada momento. En conclusión, un endeble y olvidable especial, sólo apto para fans de la saga.
Deja una respuesta