Por sorpresa se ha estrenado esta comedia estadounidense sobre tres amigos que quieren pasárselo en grande y destacar en una distopía en la que el alcohol y las drogas son completamente ilegales y sólo se permite su consumo un día al año, el denominado «Binge Day». Sé lo que estáis pensando, que seguramente sea lo que pensamos todos. Y es que estamos ante un giro de tuerca a la saga La Purga (dudo que hayan pagado derechos por robarles la idea de forma tan descarada…), aunque en clave de comedia y con otras intenciones.
A pesar de que a priori no parece una idea muy original, lo cierto es que esta idea bien planteada daría para un sinfín de posibilidades, siendo una premisa que llama la atención, y es por lo que me he aventurado al visionado. Bueno, y por la presencia del genial Vince Vaughn. Lamentablemente, ese prometedor punto de partida acaba siendo una excusa argumental, la cual no se sabe aprovechar, hasta el punto de que poco se menciona a lo largo del film.
En este tipo de propuestas nunca suele destacar el apartado técnico, por lo que me limitaré a confirmar que la labor del director cumple, sin más. En cuanto al guion, estamos ante un híbrido entre Supersalidos (Superbad) y La Purga, con un resultado que dista del esperado, al no acercarse ni de lejos a los logros de la primera (un clásico de culto que muchos han querido imitar, quedándose en tierra de nadie, como es el caso) y echando por tierra la premisa de la popular saga de terror/thriller.
Y es que estamos ante una película ya vista que no ofrece nada novedoso, con el típico trío de protagonistas cuya única intención es pasárselo en grande (con todo lo que ello conlleva), no dando la sensación en ningún minuto de que haya una prohibición auténtica o todo sea tan clandestino. Podrían haber obviado ese detalle (con el cual no saben muy bien qué hacer) que no hubiese pasado absolutamente nada.
Quizás lo único rescatable sean sus simpáticos personajes, aunque no son tan divertidos como cabría esperar en un primer momento (en especial el tercero en discordia, el cual protagoniza el momento más hilarante de la cinta junto a su madre), con unos actores que intentan dar lo mejor de sí, pero que no cuentan con un buen material para ello, y donde destaca un entregado Vince Vaughn, actor que me fascina (en especial en su vertiente cómica) y que aquí es el secundario de lujo, engrandeciendo el resultado final en cada aparición suya, aunque sin poder salvar de la quema al producto.
En conclusión, estamos ante una insustancial comedia que podría haber dado mucho más de sí (tenía elementos de sobra para ello), pero que acaba siendo una más que quedará relegada al olvido antes de lo esperado. Una pena, porque apuntaba maneras.
Ocio World 
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