He tenido serias dudas sobre si hacer un artículo al respecto, porque todavía estoy asimilando la noticia y porque no os voy a contar nada distinto a lo que está comentando todo el mundo, por lo que lo único que os puedo transmitir es mi más profundo dolor ante otro duro golpe de este nefasto año 2020. Esta mañana me ha avisado un buen amigo del fallecimiento de Chadwick Boseman, protagonista de Black Panther, y la verdad es que no me lo podía creer. Segundos después, Google me lo ha confirmado…
La cara de idiota que se me ha quedado ha sido casi proporcional al mal cuerpo, ya que nadie espera levantarse con una noticia tan triste. El joven actor nos ha dejado a la temprana edad de 43 años (que siempre impresiona más, como fue en las también inesperadas muertes de Heath Ledger o Paul Walker, por poner dos ejemplos), debido a un cáncer de colón. Puto cáncer… una de las enfermedades más temibles de la faz de la tierra, y de la que espero que pronto encuentren cura.
Yo desconocía la enfermedad del actor, pero es cierto que en las últimas fotos en las que aparecía se le veía algo desmejorado, y es que al intérprete se le diagnosticó el cáncer en 2016, cosa que no impidió que rodase Black Panther, Infinity War y Endgame. Y por favor, que nadie malinterprete mis palabras, ya que por supuesto ha sido un luchador, pero eso no resta ningún mérito a los que llevan la terrible enfermedad como pueden. Lo digo porque algunos han tardado bien poco en tergiversar este tipo de comentarios…
Y por si fuera poco, han salido una pandilla de energúmenos (que suelen ser pocos pero hacen el mismo ruido que tropecientos…) a mofarse de la muerte del actor, por no hablar de los que ya están buscando sustituto para ser Pantera Negra, como si eso fuese lo más importante… pues después de este mazazo, se me han quitado las ganas de cualquier secuela (que es cierto que estaba tardando en tener novedades, y creo que ya tenemos el por qué), ya que Boseman siempre será el rey de Wakanda, le pese a quien le pese.
Aparte de su popular personaje, entre sus trabajos se encuentra la película que le dio la fama, I Feel Good (Get on up), biopic del controvertido James Brown, y que para un servidor fue su mejor interpretación (y la que llamó la atención de Marvel), no recibiendo nominación al Oscar en ese año, cuando actores con papeles muy inferiores si fueron recompensados en posteriores ocasiones. Pero ésa es otra historia…
Recientemente tuvo un papel muy secundario (aunque fue de lo mejor de la función) en la última película de Spike Lee, Da 5 Bloods, o un papel más protagónico en el thriller Manhattan sin salida (21 Bridges), sin olvidar su gran aportación al universo Marvel, ya sea en la estupenda Civil War (donde fue una de las grandes sorpresas, confirmando el acierto de casting), en su película en solitario como Pantera Negra, o en Infinity War y Endgame, en esta última con escasos minutos, pero con un regreso que ya es historia del cine, y ahora todavía más.
Poco más que añadir, simplemente que creo que, independientemente de su gran labor en las películas de Marvel, era un actor con mucho talento y repleto de carisma, que nos ha dejado demasiado pronto, pero que siempre será recordado como una joven promesa que dejó muchas alegrías alrededor del mundo. Descansa en paz, rey de Wakanda.
Deja una respuesta