Hace algún tiempo que le sigo la pista a Scare Package, antología de «terror» (las comillas son intencionadas) de bajo presupuesto, con una serie de historias de miedo, aunque las intenciones de sus responsables son otras bien distintas que las de asustar al personal. A pesar de que las últimas antologías que he visionado me han parecido peor que mediocres, he decidido arriesgarme, una vez más, con la que nos ocupa, y la conclusión está clara: es peor que mediocre. No aprendo.
Y es que estamos ante una bobada que busca ser una especie de Scary Movie pero mucho más gore, hecha con cuatro duros y donde se busca la simpatía del espectador. A mí me ha sido imposible disfrutar de sus historias, a cada cual más insufrible y fallida, en unos noventa minutos que se hacen más largos de lo deseado.
Cierto es que no todo es malo en este experimento, ya que la trama en el videoclub (la cual sirve de hilo conductor entre las historias, aunque eso quizás sea decir demasiado…), con unos instantes y diálogos por encima del resultado final, se deja ver y tiene un personaje principal que capta nuestro interés, y la historia final tiene algún momento inspirado (con cierto homenaje a cierta entrega de Jason…), pero el resto no hay quien se lo trague, no sabiendo si es peor la deficiente dirección o el terrible guion (por llamarlo de alguna forma).
Todo comienza con un prólogo que ya busca la complicidad del público, pero que se queda en tierra de nadie al no tener ningún sentido. Luego pasamos a los momentos en el videoclub, donde al principio nos quieren hilar las historias mediante un personaje secundario, pero luego éste desaparece y ya no hay hilo conductor alguno. Y la verdad es que tampoco importa…
Sobre los relatos… pues muy flojos, habiendo uno en especial, sobre una neblina y especie de posesión que causa vergüenza ajena de lo malo que es. No sé quién ha escrito esto, pero me cuesta creer que haya pasado algún filtro. Ninguna historia llega a convencer o tiene sentido alguno, y aunque es cierto que algunas no molestan, otras directamente podrían calificarse como tortura (pienso también en el absurdo relato de la piruleta…).
Y sobre la dirección, se nota (por el tono y por ese final) que detrás del proyecto hay cuatro amigotes pasándoselo en grande y dando todo el cariño posible a un producto pequeño y sin malas intenciones. Lo entiendo, yo también grabé una chorrada como un templo con unos amigos hace años… La diferencia fue que esa bobada la grabamos para nosotros y no atormentamos a nadie más, mientras que los desalmados que están detrás de esta producción han soltado a su criatura al mundo sin preguntarse si eso tendría algún sentido. Al final somos los pobres espectadores los que pagamos el pato.
Y bueno, los amantes del gore (que no del terror, ya que la cinta renuncia a esta parte por completo, siendo más una parodia al género) quedarán satisfechos, ya que no escatiman en litros de sangre y vísceras, y aunque he criticado la labor tras las cámaras de los responsables del film, debo admitir que los efectos de maquillaje no están nada mal y convencen.
Y que la película es eso, una parodia a la que le falta el «Movie» en el título y que pretende reírse de los tópicos del cine de terror, mediante el uso del metacine. Sobre el papel quizás suene genial, el problema es que ya se hizo algo similar e infinitamente superior con la fabulosa La cabaña en el bosque (Cabin in the Woods), a la que, por cierto, plagia en su final bastantes aspectos sin pudor alguno…
En conclusión, nada justifica este engendro, que hubiese quedado simpático como corto de diez minutos con las escenas del videoclub, pero que acaba haciéndose insufrible, siendo otra antología fallida y en la que es mejor no dedicar nuestro tiempo. No obstante, algo me dice que algunos incautos que se acerquen a esta cinta le encontrarán la gracia y disfrutarán de lo lindo, por lo que no cierro las puertas, ya que una antología cutre y paródica del cine de terror siempre tendrá su público.
Al final nos queda el consuelo de que la canción del final es bastante pegadiza y los créditos finales son curiosos, aunque recopilen las historias y nos recuerden que hemos perdido nuestro tiempo y nadie nos lo va a devolver. Esto es lo que hay, ni más ni menos. ¿Para cuándo una buena antología de terror? El tiempo dirá, pero mira que hay gente con talento esperando una oportunidad así…
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