Resident Evil : Revelations – Análisis – Nintendo 3DS – Un imprescindible de la consola portátil

Por fin he podido ponerme al día (más que nada por falta de tiempo) con la maravillosa consola que es la Nintendo 3DS, la cual tiene un gran catálogo de juegos fabulosos. Si  hace unos días finalizaba el correcto pero algo decepcionante Luigi’s Mansion, ahora he podido completar uno que tenía pendiente desde hacía demasiado tiempo, y que no es otro que el Resident Evil Revelations.

Nueva entrega de la popular y mítica saga, en el momento de su salida fue exclusivo de la consola portátil, aunque con el tiempo se hicieron versiones para consolas de mesa como la PlayStation 4. El que ha finalizado un servidor es el de 3DS, por lo que es el que voy a valorar a continuación.

El juego salió a la venta en el ya lejano 2012, cosechando estupendas críticas y siendo valorado por la mayoría como un imprescindible de la consola portátil y uno de los mejores juegos de la misma. Una vez jugado puedo confirmar, sin duda alguna, que esa afirmación es totalmente cierta y que estamos ante un juego tan rabiosamente entretenido como cuidado en detalle, aparte de ser una entrega que no desmerece en nada al conjunto de la saga.

Me gustaría comenzar por los gráficos, los cuales me han dejado pasmado, y más teniendo en cuenta que son de 2012, con unas texturas muy logradas y unas cinemáticas impresionantes para ser una consola portátil. Obviamente no se pueden comparar con los de consola con más potencia, pero no me han chirriado en ningún momento, considerando que son fabulosos y cumplen a la perfección, siendo uno de los mejores apartados del juego.

Tampoco se queda atrás el sonido, con un excelente doblaje al español, que pone de relieve el mimo y cuidado que se ha puesto en el producto, ya que como he indicado en otras ocasiones, un mal doblaje puede arruinar una buena historia. Aplaudo que en los últimos años se hayan puesto las pilas en este aspecto en lo que compete al mundo de los videojuegos.

Y ojo a la estupenda banda sonora, sobre todo en el clímax, donde hay unas melodías dignas de elogio y con una ambientación inquietante que cumple su cometido a la perfección.

Lamentablemente no se puede decir lo mismo de la jugabilidad, ya que a veces resulta algo tosca y confusa, en especial a la hora de esquivar a los enemigos. Quizás el problema es que lo he jugado sin el botón deslizante Pro (que se incluía en el pack inicial del juego), pero tampoco es nada que reste especialmente al juego, ya que los momentos de buceo y los de disparar con ametralladora (por poner dos ejemplos claros) añaden enteros a una experiencia vibrante y que prácticamente no da respiro.

Y es que estamos ante un juego que, aunque no da miedo (ese tren ya pasó hace años en lo que respecta a esta saga, con la excepción del VII), cumple a la perfección su objetivo, siendo más que entretenido y divertido, y con momentos épicos que dejan un gran sabor de boca.

En cuanto a la historia, es más que correcta y cumple, ya que podría haber sido un apartado perezoso y descuidado (como suele ocurrir en otros juegos de similares características), no siendo el caso gracias a una trama interesante y cuidada, aunque hay algunos giros tramposos con la intención de despistar al espectador, restándole credibilidad al conjunto final (como la escena post-créditos), pero nada que empañe el resultado final, siendo una historia que no desmerece ni desvirtua el hilo de la saga.

Resulta curioso que los personajes secundarios (todos nuevos) acaben siendo más carismáticos e interesantes que los protagonistas (Jill y Chris, para más señas), pero supongo que ése es el objetivo y tampoco es nada criticable ya que suele suceder en el 90% de los videojuegos, pero ahí lo dejo.

En conclusión, estamos ante una propuesta que no decepciona, que cumple su objetivo y que no desentona junto al resto de la saga (de hecho a mí me ha gustado más que el 5, por ejemplo). Si tienes la 3DS y este juego no está en tu estantería… no sé muy a qué esperas, ya que es un imprescindible que no te puedes perder. Una pequeña joya.