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Cada cierto tiempo Netflix ofrece estrenos llamativos vendidos como grandes blockbusters y con el único fin de arrasar en visualizaciones. Pues bien, la nueva película protagonizada por Charlize Theron es un ejemplo más de ello, ya que ha llegado con críticas algo tibias pero mejores de lo esperado (y más para un producto de estas características, cuando a otros similares y superiores los machacan sin piedad) y como gran evento del verano, al menos hasta el momento. El problema es que al final ha sido otro caso de mucho ruido… y nada de nueces.
La dirección se queda en nada, siendo un trabajo flojo e insustancial. Sólo hay que revisar la filmografía del director para ver claramente que lo suyo no es el género de acción, aunque todavía no me queda claro si esta propuesta pertenece al mismo. Muchos han destacado las escenas de tiroteos y combates, pero yo me he quedado pasmado por la ausencia de ellas (sin contar el clímax, que tampoco es nada del otro aquel), ya que presuntamente estamos ante una cinta de acción, cuando al final están más preocupados los responsables en unos diálogos supuestamente profundos pero que en realidad son decididamente vacíos y rudimentarios, que no en sorprender al espectador como sí han logrado otros productos que Hollywood quiere calcar a toda costa desde hace años (y sí, me refiero a la estupenda trilogía de John Wick).
Quizás lo único destacable (en lo que respecta a los elementos técnicos del film) sea el uso descarnado de la violencia, claro que el don de los personajes principales presenta una variedad de posibilidades que la película aprovecha, aunque no sea con todo su potencial, conviene recalcar.
Mención especial a las canciones que adornan el film sin venir a cuento, como queriendo transmitir la sensación de estar visionando un producto moderno y desenfadado, cuando están metidas con calzador y rompen según qué momentos, cuando una buena banda sonora se habría agradecido y no hubiese estado de más.
En cuanto al guion, estamos ante la adaptación de un cómic sin sustancia, carente de originalidad y que acaba siendo un producto olvidable que no destaca en absolutamente nada, siendo ampliamente superado por producciones similares y que quizás no tenían tantas pretensiones.
No voy a juzgar la base, porque no he leído el cómic, pero todo es predecible, ya visto y sin nada que pueda sorprender, siendo una más en unos tiempos en los que se están acostumbrando demasiado a ofrecernos lo mismo de siempre, aunque también es cierto que nos hemos vuelto pocos exigentes.
Tampoco ayudan unos personajes principales sin garra (algunos de ellos están toda la película enfadados y con la misma cara) y unos villanos de pacotilla, en un conjunto sin alma y que se queda en tierra de nadie. Todo está escrito desde la más absoluta pereza aunque se nota que las pretensiones son otras (de ahí esa escena final).
Respecto al reparto, tenemos a una Charlize Theron fichada para dar algo de caché a la película y que hace lo que puede con lo que le han dado, cuyo papel, por cierto, no se diferencia de anteriores personajes que le ha tocado interpretar. Un clásico «cojo el cheque y veremos qué sale de todo esto» de toda la vida. También tenemos a un muy desaprovechado Chiwetel Ejiofor haciendo el mismo papel de siempre (ya cansa lo encasillado que lo tienen) y actuando con el piloto automático. Del resto, poco que destacar, pero hay cierta actriz que actúa toda la película con la misma cara. Y no, no es Theron. Ahí lo dejo.
En conclusión, estamos ante otra propuesta decepcionante de la popular plataforma, que desperdicia los recursos de los que dispone y que no ofrece nada nuevo, siendo un producto soso, vacío y totalmente olvidable. Por favor, que a nadie se le ocurra pedir una secuela de esto (aunque nos la intenten imponer sin miramiento alguno) que hay mejores que hacer y ver. Prescindible.
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