Selling Sunset 2 – Sunset : La milla de oro – Temporada 2 – Crítica – La nueva temporada repite la misma entretenida fórmula pero con más casas y más polémicas

Crítica de la temporada uno aquí

Crítica de la temporada tres aquí

Crítica Million Dollar Beach House

Recientemente tuve la oportunidad de visionar la entretenida serie reality sobre el mundo de las inmobiliarias y sus agentes, en una curiosa agencia donde se juntaban los negocios con las explosivas personalidades de sus protagonistas.

Como ya indiqué en mi opinión de la primera entrega, estábamos ante una propuesta tan entretenida como fresca que, sin ser ninguna maravilla, cumplía su objetivo a la perfección, siendo un producto tan liviano como recomendable para pasar un rato diferente si te atrae este mundo o los programas similares (es decir, reality shows).

Y es que el programa sabe combinar muy bien la trama de la venta de casas y cómo las empleadas deben dedicar todos sus esfuerzos en venderlas con las polémicas y salseos entre las mismas. Ahora nos llega la nueva temporada y, afortunadamente, se puede decir casi exactamente lo mismo que la anterior, siendo quizás una entrega un poco más interesante al ser muchos más interesante e intensa.

Interesante por el tema de las visitas a las casas y sus ventas, ya que creo que, con bastante acierto, han dedicado mucho más minutos a de lo que realmente va la serie, que no es otra cosa que el negocio inmobiliario, destapando los entresijos de tan complicado mundo y enseñando al espectador cómo funcionan las cosas, algo que se trataba de forma mucho más superficial en la anterior temporada.

Mencionar que me encanta la trama de Maya y Brett (uno de los dueños) respecto a sus negocios con los promotores, aunque la primera (la más sensata del programa, todo sea dicho) aparezca menos de lo deseado debido a su reciente maternidad. Seguramente ese hecho y el no ser una personalidad conflictiva ha hecho que no protagonice el póster de esta temporada, siendo eclipsada por las nuevas incorporaciones y las compañeras que hacen más ruido. Se nota lo que interesa…

Y es que la parte de las polémicas vuelve a ocupar todo el show, ya que, aunque se agradece esa profundización en el sector inmobiliario, se nota que lo que realmente mueve el programa son los enfrentamientos entre sus protagonistas, y es por eso que protagonistas como Heather (que en la anterior entrega estaba más centrada en su trabajo o en su relación a distancia que no en generar conflictos) cambia completamente de rol, introduciendo problemas donde no los hay y mostrando su peor cara.

Quizás los responsables le han dado un toque de atención o a lo mejor ella quería más protagonismo, temiendo que le pasase lo mismo que a su compañera Maya, pero lo que es cierto es que esta temporada es una de las claras villanas, por mucho que en los últimos episodios se relaje, cuando ya ha sembrado todo el estiércol habido y por haber.

Luego tenemos a Christine (con la que no seré muy duro porque me dio dos likes en Twitter a mi review de la primera temporada), que sigue empeñada en ser la villana oficial y en llamar la atención de forma descarada y demasiado forzada, cuando, sinceramente, llega a saturar tanta discusión y tanto puñal por la espalda. No sé hasta qué punto está todo esto guionizado (algo me dice que más de lo que nos pensamos), pero éstas no duran encerradas en un casa ni dos días…

Y bueno, Davina (la tercera villana en discordia) vuelve a hacer lo que mejor se le da (es decir, ser seca y cortante con sus compañeras de profesión), generando una trama algo interesante debido a la bilis lanzada en la anterior temporada. La verdad es que me interesa más el asunto de la casa más cara del programa (75 millones de dólares, que se dice pronto), la cual, por cierto, no tiene un cierre, reservándosela para la siguiente entrega.

Tampoco entiendo por qué el programa sigue empeñado en hacer gran protagonista a Chrishell, cuando es de lejos uno de los personajes menos interesantes del conjunto, aunque también es de los más lógicos y bien intencionados. No se ha sabido explotar bien su rivalidad con Christine (seguramente lo tengan reservado, ya que ya había demasiadas tramas), obsequiándola con la trama del Valle, que tampoco va a ninguna parte. No es de las que más destaca, por mucho que los responsables del show se esfuercen en ello (con, por ejemplo, hacer que destaque en todos los pósters).

En cuanto a Mary, la verdad es que los problemas van a ella (su conflicto con Christine, surgido de la nada por ésta, acapara casi todos los minutos), siendo bastante cansina su soporífera relación con Romain (que tiene el mismo carisma que un ladrillo), siendo el enlace entre ambos el «gran» clímax de la temporada. Tiene que haber de todo.

Respecto a la nueva, Amanza (amiga de Mary desde hace años), se agradece su presencia y parece que va a tener más que decir en la tercera temporada, aparte de ser otra de las protagonistas con dos dedos de frente y que no necesita buscar la polémica para destacar. Buen fichaje.

En cuanto a los dueños y gemelos (Jason y Brett), también se aprecia una mayor participación de los mismos, siendo personajes más interesantes y destacables, ofreciendo grandes momentos cuando se centran en los negocios (que es casi siempre) y generando simpatía cuando intentan poner paz entre sus conflictivas empleadas (la verdad es que tienen demasiada paciencia). Parece que han tomado nota de la anterior temporada y han hecho los deberes, siendo más relevantes y cercanos. Otro acierto.

Y bueno, como ya he indicado tenemos un poco más de negocios inmobiliarios (mi parte favorita), aunque también de polémicas, siendo estas últimas algo forzadas por caprichos de los guionistas, ya que se nota que buscan el conflicto y hay momentos más que buscados para que salte la chispa, aunque a personajes como el de Christine les falte bien poco.

Quizás deberían haber sido más sutiles en ese aspecto, ya que en la anterior entrega había personajes que metían la pata sin más, pero aquí se nota que generan momentos (por ejemplo, la tardanza de una de las protagonistas cubriendo a otra compañera) para que haya más interés en la propuesta, cuando quizás no hacía falta, ya que el resto de elementos cumplen a la perfección. Pero hay que admitir que tampoco molestan los momentos tensos, las cosas como son (aunque acaparen más minutos de los deseados).

En conclusión, a quien le guste el mundo inmobiliario la va a disfrutar si tolera los conflictos propios de los realities, aunque si los adoras vas a amar la serie como nadie. Por otro lado, si directamente te gustó la anterior entrega vas a salir encantado con esta nueva propuesta, ya que repite con éxito la misma fórmula, siendo un poco más ambiciosa.

Y ojo, que ya tienen preparada la tercera temporada, con grandes giros (como si esto fuese una imposible telenovela) y con fecha: agosto de este año (anda que no se han dado prisa, siendo más que avispados y conscientes del éxito que tienen entre manos).

En lo que a mí respecta, no puedo más que admitir que me he enganchado sin remedio a la serie, gracias a como luce Los Ángeles, los negocios que se llevan a cabo y, por qué no admitirlo, sus entrañables e interesantes protagonistas (aunque hay alguna que tela…). Una propuesta recomendable para pasar un buen rato divertido. Esperando la tercera temporada.