Acaba de llegar a Netflix este documental español de 2018, el cual recibió estupendas críticas pero pasó bastante desapercibido, a pesar de estar nominado a mejor documental en los Goya de su año. Sinceramente, no conocía el proyecto hasta que ha llegado a la popular plataforma, llamándome especialmente su premisa, que es contarnos la vida de un ladrón de bancos y cómo organizaba los robos (o al menos es como se ha vendido).
El tema era muy prometedor y creo que podría haber quedado un documental entretenido, interesante y diferente, pero, lamentablemente, estamos ante una película insípida, a ratos aburrida y totalmente olvidable, por una serie de circunstancias que detallaré a continuación.
Para empezar, el director y responsable del documental tiene un afán de protagonismo desorbitado, ocupando su figura la mitad (sí, la mitad) de la película, con circunstancias que no vienen al caso y sólo pueden definirse como puro relleno. Su voz de narrador adormece y no transmite, siendo bastante obvio que tendría que haber dejado ese apartado a alguien más preparado, y tampoco son interesantes las escenas que protagoniza.
No hay nada que llame la atención o sea especialmente relevante en todo el agradecido metraje (por su breve duración), siendo solamente rescatables la escena de las alcantarillas o las noticias que van apareciendo durante el documental, pero el director no tiene mérito alguno en esto último.
Al final, una película que podría haber durado cincuenta minutos (siendo muy generosos) dura unos (casi) noventa minutos, que no se hacen tampoco pesados, aunque como ya digo, la historia tarda en arrancar, ya que el interés en la trama llega al espectador con la aparición del verdadero protagonista de la historia, el ladrón (o ex-ladrón, como se prefiera).
No obstante, el director no puede ocultar su decepción ante la persona, ya que cuando comienza el documental se nota su fascinación en el personaje (no confundir con la persona) antes de conocerle, pero cuando ambos comparten pantalla queda patente que no hay mucho que rascar en un sujeto normal y corriente, con ínfulas de relevancia y que si da curiosidad es por su simpleza (ojo, simple, no tonto). Mucho me temo que el director esperaba otra cosa, y quizás los espectadores también.
El director falla estrepitosamente al retratar su figura en los escasos cuarenta minutos que le dedica (cuando se supone que es el pilar central), ya que no ahonda correctamente en su pasado, sus traumas y los motivos que le llevaron a realizar tales actos delictivos. Todo se retrata de forma demasiado superficial e insustancial.
Cuando finaliza la película te quedas con la sensación de que no aporta nada su visionado, quedándose en tierra de nadie y tocando muchos palos pero sin acertar en ninguno de ellos, cuando la historia daba para mucho más. Un documental fallido y prescindible, que no es una opción muy recomendable, ya que hay propuestas (es decir, otros documentales) mucho más logradas y entretenidas. Una pena.
Hello nice bllog
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Thanks 😉
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