Una vez he finalizado la estupenda novela Reina Roja (crítica aquí), me he embarcado en su secuela directa, Loba Negra, que recientemente ha llegado a las estanterías, y que prometía ser igual de trepidante y entretenida que su anterior entrega. ¿Lo habrá conseguido?
Pues sí, pero hay algún pero que ponerle, ya que creo que no es igual de redonda que la primera parte, pero sí consigue emular los logros de aquella. Pero mejor vayamos por partes.
Empiezo por lo que más me ha decepcionado de la segunda parte escrita por Juan Gomez-Jurado, que no es otra cosa que el cambio en la trama. Esto es totalmente a modo subjetivo, ya que la primera propuesta nos ofrecía un thriller sobre un crimen al más puro estilo Seven (para que se me entienda) y aquí se apuestan por otros derroteros.
En esta ocasión (y sin que sea spoiler, ya que enseguida se muestran las cartas) se nos cuenta un thriller criminal sobre la mafia rusa, aunque sin abandonar la intriga. Quizás ese giro en la propuesta me haya sacado un poco de la historia, y según he escuchado, no soy el único al que le ha sucedido.
No obstante, quitando esa opinión personal, la novela es igual de entretenida y trepidante que Reina Roja, repitiendo sus muchos logros y presentando un par de giros (que no revelaré, obviamente) muy bien hilados e inesperados. Al final todo queda bien atado y todo cobra sentido, con un par de apuntes dignos de elogio. Se nota que la novela está bien estudiada y orquestada por quien la escribe.
Sus dos protagonistas siguen siendo estupendos, aunque esta vez he conectado mejor con Antonia Scott, quizás porque se la dibuja más cercana y, por qué no decirlo, humana, y es perfecto para que el lector pueda empatizar con ella. Creo que su personaje está mejor construido en esta ocasión, pero eso es a gusto del consumidor.
En cuanto al bueno de Jon, sigue siendo ese inspector vasco con mala leche, contrapunto perfecto para Antonia, formando ambos una pareja con una química desbordante, que nada tiene que envidiar a otras famosas parejas de la novela o el cine. Brillantes.
Mención especial para los nuevos secundarios. Personalmente he echado de menos a algún personaje de la anterior novela en esta ocasión, pero los nuevos personajes cumplen su cometido a la perfección, y los villanos son más repulsivos que nunca. Para algo son mafiosos, claro.
Juan Gomez-Jurado vuelve a apostar por la misma estructura que en Reina Roja, intercalando diferentes puntos de vista de los distintos personajes. Creo que no era necesario volver a dedicarle un capítulo entero a un secundario que va a dejar de respirar cinco páginas después, pero tampoco es algo que reste al conjunto final.
En conclusión, estamos ante una segunda parte ligeramente decepcionante (por lo comentado) e inferior a Reina Roja, pero que vuelve a suponer una obra amena y rabiosamente entretenida, y que no desmerece en absoluto a la anterior propuesta. Más que recomendable (y un regalo perfecto para estas Navidades).
Esperando con ganas la tercera parte, que promete más tensión y emoción. Gracias Gomez-Jurado por tramas tan vibrantes e interesantes. Así da gusto leer.
Deja una respuesta