Por fin ha finalizado la cuarta edición de MC Celebrity. Y digo por fin porque la verdad es que, a pesar de algunos buenos momentos, ha sido un suplicio. Y sé que estás pensando, ¿y por qué lo ves?. Fácil, soy masoca.
El caso es que esta cuarta edición ha sido bochornosa y un disparate constante, como ya comenté en este artículo, por lo que no voy a extenderme demasiado. Simplemente decir que ha sido una edición fallida y floja, que no ha estado a la altura ni de la anterior (que también tuvo lo suyo…), que ya es decir.
Y es que MasterChef (en general) ya no es lo que era, y esta edición es una muestra más. En fin, hacemos un breve repaso de los concursantes y comenzamos con la final. Ha habido de todo, desde sorpresas (Tamara Falcó, Ana Milán o Yolanda Ramos) a decepciones (El Sevilla, que ya ha confirmado que no es un tipo gracioso, o Anabel Alonso, que ha enseñado su verdadero ser, como comenté en este artículo).
Y luego está lo esperado, como la altivez de Ana Obregón (que afortunadamente fue fugaz, ya que duró poco y todos salimos ganando), la carencia de gracia de Los Chunguitos (y esta vez se han dado cuenta todos, menos mal), la sobreactuación (bienvenida) de Boris, la maldad insana de Vicky Martín Berrocal o la elegancia y profesionalidad de Félix Gómez.
Muchos concursantes interesantes se han ido antes de tiempo, en pos de otros mucho más cargantes, pero el juego es así, y quien da más teatro es quien llega más lejos. Porque esto es un show, no un concurso de cocina. Hace tiempo que dejó de serlo. Ahora sí, la final.
La primera prueba fue bastante interesante, con la dirección de Jordi Cruz, al que los cuatro finalistas (Falcó, Gómez, Boris y Berrocal) tuvieron que seguir. Al final el afortunado (o simplemente se lo merecía) fue Félix, gracias a su concentración y profesionalidad, y es que se ha esforzado más que nadie en esta edición. Y por lo tanto, fue el primer finalista de la noche.
La segunda prueba (de exteriores) fue en el restaurante MasterChef, con un menú orquestado por los jueces, de esos que te dejan con más hambre que al perro de un ciego, y que seguro que valen más que veinte bocatas. En fin, la alta cocina…
En la prueba de equipos tanto Boris (como cediendo su puesto en la final) como Vicky (que pasaba de todo) se lo tomaron un poco a guasa, por lo que no hubo mucha emoción ni competición, siendo la gran vencedora Tamara Falcó, que fue directa a enfrentarse a su rival Félix.
Voy a dejar de lado el momento Preysler, porque no viene al caso, así que me centraré en la cocina. Tamara apostó por un menú más elaborado y de alta cocina, mientras que Félix fue a lo tradicional. Se repite el mismo caso que el año pasado, con Ona, ya que los Roca la ayudaron… No creo que sea justo, pero vale.
Félix le puso corazón y pasión, pero no fue suficiente, a pesar de que sólo resbaló con el primer plato y lo dio todo. Un gran segundo finalista, ya que la ganadora fue Tamara Falcó.
No creo que sea justo del todo, no sólo por lo comentado de las ayudas, sino también porque Falcó ha resbalado bastante en las pruebas por equipo (iba muy lenta y parecía estar empanada), aunque es cierto que ha habido una evolución en ella. Sin embargo, Félix ha estado siempre serio y profesional (a pesar de sus meteduras de pata), y sí, no ha dado tanto show, pero si hay que ser objetivos ha sido mejor concursante en las cocinas, pero claro, el menú de Falcó fue mejor (por las ayudas…).
Aún así, me alegro de la victoria de Falcó (al menos no ha ganado Vicky, que ha sido la tercera finalista), una persona cercana y sencilla (quién lo diría) y que ha callado muchas bocas. Supongo que el concurso buscaba sorprender con su victoria, y por eso se lo ha puesto tan fácil (se notaba…). Pues nada, Ferreros para todos.
En conclusión, una final decente y algo entretenida, pero que no limpia la mancha que ha sido esta edición, con un casting bastante erróneo (Vicky, Obregón, Sevilla, Chunguitos, Anabel…) y desaprovechado. Que miedo me da el próximo Celebrity, y no te digo el Junior, que ya llega. Tiemblo…
Con lo que tú has sido, MC… Qué pena.
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