Aunque no suba reviews semanales ni muchos artículos al respecto (el más reciente fue éste), sigo viendo MC Celebrity, muy a mi pesar, ya que considero que la magia y esencia del programa se ha perdido totalmente, y que ahora es un espejismo y recuerdo borroso de lo que fue en su día, rozando el bochorno (y en demasiadas ocasiones alcanzándolo) en cada nuevo programa.
Una de las cosas más criticadas (y con razón) fue la incorporación forzada y sin sentido de dos antiguos participantes del programa como son Boris Izaguirre y Anabel Alonso. Todavía se desconoce el motivo para meter a dos concursantes que casi llegan a sus finales y que, obviamente, partían con demasiada ventaja respecto a sus compañeros.
Pues bien, esta semana la expulsada ha sido Anabel Alonso, y no puedo decir que no me alegre. En su año (segunda edición del Celebrity) me gustó bastante y creo que fue una digna concursante, pero creo que en esta edición ha salido su verdadero ser y se le ha caído la careta.
Es una comediante y actriz que realmente no necesita llamar la atención, pero es lo que hace de forma constante, ya sea en las redes sociales o en sus aportaciones a los sitios en los que participa. Que hagas la payasa en Tu cara me suena (que es otro programa que ha perdido su toque) se puede entender, pero que constantemente quieras acaparar la atención de las cámaras como una niña pequeña, satura y provoca vergüenza ajena, que es lo que ha sucedido este año.
Es algo que le sale mucho más natural a gente como Yolanda Ramos, que no interrumpe con sus bromas a cada momento, conoce su sitio y reparte su humor en pequeñas dosis, acertando en casi todas las ocasiones. Por el contrario, si Anabel no acaba en el suelo o gritando en exceso (como si eso tuviese gracia) poco se habla de ella, y lo sabe.
Lo que sucede es que esta semana ha tenido un encontronazo con Tamara Falcó y ha salido la auténtica Anabel Alonso, aquella que va de divertida y alocada, pero que tiene demasiada mala leche y desprecia a otros compañeros por sus condiciones sociales, en el caso de Falcó porque es de buena cuna y de familia rica, lo cual está feo (me refiero al desprecio…), se mire por donde se mire.
Me hace gracia que la semana pasada se uniese al complot contra Ana Obregón, como si eso fuese un patio de colegio con abusones, y que esta semana infravalore a otra compañera por su clase social, cuando el conflicto lo inició ella, de muy malas formas. Y me hace gracia porque Alonso se ha puesto la capa de justiciera social y reparte estopa a diestro y siniestro en Twitter, como si ella fuese ejemplo de algo.
Pues bien, ha quedado demostrado que no es así, ya que no tiene educación alguna, además de tener muy mal carácter. Como diría Josep Prederol, ha quedado… RETRATADA. Es obvio que es una persona a la que le gusta llamar la atención y si le das alas es peor, por eso se enfrenta a todo el que pueda en Twitter y busca la polémica constante, cosa que también ha hecho en MC Celebrity.
Afortunadamente, la misma red social donde ella cree repartir justicia, le ha dado un bofetón de realidad, y la ha criticado hasta el extremo por sus faltas de respeto a Tamara esta misma semana. No soy muy de refranes, pero ya sabéis, quien siembra vientos…
Es por esto y más (ya que me saturaban sus excesos sin gracia, llamando siempre la atención e intentando eclipsar a otros compañeros, ya que se notaba que veía una rival cómica en Yolanda Ramos), que me alegro de su expulsión, además de considerar que su regreso ha sido un fracaso, tanto para nosotros como espectadores como para ella misma, que no ha podido quedar más mal.
Mención especial para la despedida de los jueces, los tres a la vez, como si fuese una concursante especial, en detrimento de otros participantes, a los que sólo despide Pepe. Otro sinsentido que deja en mal lugar al programa y pone de relieve (una vez más) los tan criticados favoritismos del mismo.
Una pena, porque Anabel me hacía gracia y creo que tenía momentos muy buenos (como su doblaje de Dory, aunque luego critica el doblaje… otra más), pero creo que es muy complicado mantener un papel de graciosa y persona agradable y simpática durante tanto tiempo, y ahora hemos visto la verdadera cara de Anabel Alonso.
Había muchos detractores esperándola con los cuchillos afilados, y ahora les ha dado la oportunidad perfecta. Adiós Anabel, puedes recoger tu careta al salir. Dudo que nos la vuelvas a colar nunca más.
Lo has clavado.
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Gracias 🙂
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