Buenas a todos.
Lo sé… manda «eggs» que la final no sea en vídeo… pero es que no tengo tiempo y prefiero subirlo así que no subirlo. Si hay quejas al respecto os leo en los comentarios 😛
Al final del artículo daré mis conclusiones finales sobre esta importante edición, que seguramente , suponga un antes y un después, ya veremos si para bien o para mal.
En la primera prueba, vino el reconocido Chef, Eneko Atxa, el cual participó en la complicada prueba de hacer que los concursantes finalistas le siguiesen mientras él daba la explicación del cocinado. Sobra decir quién es la que se perdió… como no, la señora Dell’Atte, que volvió a demostrar que no debería haber llegado a la final…y si nos ponemos quisquillosos, ni haber participado en esta edición.
Lamentable cuando le echo basura a Ona, diciendo que era ambiciosa y no ayudaba, cuando durante toda la prueba le estuvo preguntando a esta, y Ona le contestaba y la ayudaba. Encima la señora Dell’Atte diciendo que ella no es ambiciosa, cuando no se debe haber movido en su vida por otra cosa que no sea la fama y el poder. Manda huevos.
En definitiva, Ona fue la ganadora de esta prueba y, por lo tanto, primera finalista.
La siguiente prueba fue en casa de un decorador de interiores muy famoso… pero a mi la casa me pareció más fea que una nevera por detrás, pero bueno, para gustos…
También aparecieron por ahí los jueves de esa cosa llamada «Maestros de la costura». En fin, corramos un tupido velo… aunque me gusto ver a uno de ellos, Lorenzo Caprile, criticar la alta cocina. Olé tus huevos.
Como era de esperar, el cocinado de Antonia fue caótico, como todo en ella, y Mario Vaquerizo tampoco lo hizo mucho mejor, por lo tanto, Paz fue la siguiente finalista, y se fue directa al duelo final con Ona.
Que decir de la final… pues que no estuvo a la altura de la edición, al no tener garra ni emoción alguna, ya qe todos sabíamos que ganaría Ona (yo lo sabía desde el segundo programa, y no porque fuese la que mejor cocinaba, precisamente).
Es curiosa la polémica que se ha generado en torno a la victoria de Ona, ya que muchos la consideran injusta por haber tenido ayuda (desde el principio) de los hermanos Roca (los famosos chef no los del baño…). Coincido con esa opinión, y no me gustaron un pelo las palabras de Jordi Cruz (gran cocinero y jurado, pero que a veces no está nada acertado en sus palabras) diciendo a Paz Vega que Ona había buscado ayuda de fuera y había decidido aprender más allá del concurso y que ella se había conformado con las clases impartidas en este. Y yo me pregunto, ¿acaso no es así el concurso? ¿O acaso en otros concursos permiten coger experiencia (durante el mismo) de fuera?
Entiendo las críticas, en este aspecto, y creo que Paz era la justa ganadora, porque no ha tenido ayuda de ningún cocinero profesional y ha llegado donde ha llegado, sola, y eso, merece un reconocimiento. Enhorabuena a Ona por entrenarse fuera del programa, pero a mi me huele raro, y más como los jueves la miraban en la final, como debiéndole algo a los Roca, cuando es obvio que los platos de Ona en dicha final son cortesía suya… pero vale, a estas alturas, de que me sorprendo.
Mención especial a ese Ferran Adrià pasado de rosca.
Conclusiones finales: Sin duda estamos ante una tercera edición del Celebrity entretenida y con grandes momentos, pero cabe preguntarse: ¿todo vale? ¿Realmente era necesario traer lo peor de la televisión a un programa de cocina y de estas características? Y por supuesto me refiero a personajes como Carmen Lomana o Antonia Dell’Atte, que sí, han generado show y polémicas, pero a un precio muy alto, con una demostrando que esto dejo de ser un programa de cocina hace mucho y la otra protagonizando portadas con amenazas de denunciar a sus compañeros por acoso, lo cual es muy gracioso porque vio, junto a sus compañeros y en el mismo sitio, la final (según se pudo ver en las fotos que Santiago Segura iba colgando del evento).
Creo que las dos primeras ediciones de MC Celebrity han sido muy entretenidas (sobre todo la segunda) y no han hecho falta polémicas, ni malos rollos, ni broncas ni nada por el estilo. Sin lugar a dudas el casting de este año ha sido puro glamour y muy arriesgado, pero, visto ahora, hubiese prescindido de Lomana y Antonia, porque la primera era un «pum chin bol» , que usaban para mofarse, y ha llegado demasiado lejos, lo cual no tiene justificación posible.
Y la otra, la Dell’Atte (y lo digo con todo el desprecio) ha demostrado que deberían hacerse test psicológicos para entrar en los reality, porque esta señora no está bien de la cabeza, y lo ha demostrado en más de una ocasión, como cuando ha amenazado con denunciar por acoso, cosa que no ha llegado a hacer, demostrando que esta señora le gusta llamar la atención más que un plátano a un mono. Lamentable.
Solo espero que en la siguiente edición traigan otro tipo de personajes, y que si quieren show, fichen a gente como Boris, showman por excelencia, y que no ha venido a cocinar, sino a hacer su papel. Bienvenido sea, si ese es su cometido, pero la basura, lejos, gracias.
Y nada, me despido de una edición tan entretenida como cuestionable, con grandes momento y otros no tanto, y con una final bastante predecible y descafeinada.
Veremos que ocurre en el futuro.
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